Expertos y políticos de oposición exigieron hoy en México la regulación del uso en los cultivos de plaguicidas altamente tóxicos, a los que atribuyen la desaparición y muerte masiva de abejas en el país.

Las autoridades han hecho caso omiso a las peticiones hechas hace un año a la Secretaría (ministerio) de Agricultura y a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), dijo Verónica Delgadillo, diputada del opositor Movimiento Ciudadano.

En una conferencia en la Cámara de Diputados, destacó la necesidad de que se lleven a cabo acciones de emergencia para proteger al sector y reducir los daños a las abejas causados por el uso de plaguicidas y neonicotinoides.

Por su parte, el líder de la Agrupación Nacional de Apicultores (ANP), Enrique Estrada, criticó que las autoridades estén recomendando el uso de insecticidas neonicotinoides.

"La vida biológica de los neonicotinoides es de 20 años y por cada kilogramo que aplicamos hoy perdurarán 500 gramos", aseguró.

Esta nueva generación de pesticidas genera daños irreversibles en el sistema nervioso de los insectos, el más preocupante la pérdida de la memoria, lo que les impide realizar su actividad con normalidad.

El investigador del estado mexicano de Jalisco (oeste de México) Octavio Gaspar explicó que hay dos tipos de problemas: la desaparición de las abejas y su muerte en el interior de la colmena.

"Son dos efectos que se han reportado en México y que tienen que ver con la forma en que utilizamos los plaguicidas", indicó.

"Este año contamos con información proporcionada por diversos grupos de apicultores que reportan pérdidas desde el 30 al 85 % de sus colonias", contó.

La preocupación de Gaspar se fundamenta también en que los análisis realizados a la miel y a los panales en Jalisco indicaban una contaminación reciente, "de meses o días".

En la comarca de La Laguna, formada por municipios de los estados de Coahuila (nordeste del país) y Durango (noroeste), se informó de la muerte de 2.500 millones de abejas en menos de un año. "Hablamos de una intoxicación aguda y letal", lamentó.

"Los apoyos gubernamentales en México para la repoblación de colmenas han sido sumamente escasos y a destiempo", agregó Estrada.

La salud de las abejas repercute en la alimentación, ya que de los 115 millones de cultivos de frutas y verduras del planeta un 75 % dependen de la polinización.

"Alrededor de 8 de cada 10 productos que consumimos de origen vegetal tienen que ver con la polinización", indicó Delgadillo.

Estrada señaló que la relación entre las abejas y la naturaleza debe ser tomada como un termómetro de la salud del planeta. "Cuando las abejas comienzan a morir, quiere decir que algo grave está sucediendo en el medio ambiente", aseveró.