Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) proponen dividir el género "Gibbula" de caracoles marinos en, al menos, tres géneros diferentes, tras analizar las relaciones de parentesco de los caracoles marinos más primitivos ("Vetigastropoda") y más comunes del Mediterráneo y las costas atlánticas europeas.

En concreto, los científicos han trabajado con especies de la familia "Trochidae", un grupo que incluye unos 60 géneros y alrededor de 600 especies actuales. El género "Gibbula" pertenece a esta familia.

"Para esta investigación hemos trabajado con 33 especies europeas de los géneros "Gibbula", "Jujubinus", "Phorcus", "Clelandella" y "Callumbonella", contextualiza el investigador del MNCN Juan E. Uribe.

Los "burgados" juegan un papel ecológico importante y sirven de alimento

Estos caracoles marinos desempeñan un papel ecológico importante en las comunidades marinas, ya que regulan las poblaciones de algas y sirven de alimento a numerosas especies, convirtiéndose en un elemento clave de la cadena trófica marina. Pero también son consumidos por el hombre, como sucede en España, principalmente en Canarias y Andalucía, donde son conocidos con el nombre vulgar de "burgados" o "burgaíllos".

Por otro lado, la subclase de caracoles marinos "Vetigastropoda" es un grupo extremadamente diverso que se distribuye por todas la latitudes del planeta y se encuentran desde la línea de costa hasta las profundidades del océano.

Tienen formas diferentes de desarrollarse o reproducirse, además de morfologías muy diversas: los hay en forma de lapa, así como con una concha de forma más o menos cónica y enrollada. Estos caracoles han sido un grupo muy controvertido en su clasificación.