El uso inadecuado de los pesticidas y otros químicos en el sector primario amenaza con contaminar las aguas causando daños en la economía y la salud de miles de millones de personas, según un nuevo informe.

Con motivo de la Semana Mundial del Agua, que se celebra estos días en Estocolmo, el Instituto Internacional para la Gestión del Agua (IWMI) y la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han adelantado parte de un estudio global sobre cómo la agricultura afecta a la calidad del agua.

El aumento de la producción de alimentos se ha logrado en las últimas décadas mediante el uso intensivo de fertilizantes químicos y pesticidas, un mercado que mueve cada año más de 35.000 millones de dólares y que crece con rapidez en países como Argentina, Malasia, Sudáfrica y Pakistán, según el informe.

Según el informe, el 38% de las masas de agua en la Unión Europea (UE) están bajo la presión de la contaminación agrícola; en Estados Unidos (EEUU) la agricultura es la principal causa de polución en ríos y arroyos, la segunda en humedales y la tercera en lagos; y en China esta actividad está detrás de casi todas las aguas subterráneas contaminadas por nitrógeno.