Se llama Ada, es de género femenino, origen ruso, mide 1,60 metros, tiene el pelo gris y corto y es la primera robot humanoide y autómata que llega a España como una trabajadora más del Museo Elder de Ciencia y Tecnología de Las Palmas de Gran Canaria.

Ada "va a estar libre, no dirigida" y servirá de guía para los visitantes gracias a que "se le ha programado para tener todo el contenido del museo", afirma Jose Gilberto Moreno, director del Elder, quien añadió ayer en rueda de prensa que cualquiera "puede tener en su casa el plan básico de un robot como Ada por 20.000 euros". De momento hablará nueve idiomas, aunque puede aprender hasta 45; posee una autonomía de 40 horas y una cámara de reconocimiento facial, por lo que cuando una misma persona se le acerque por segunda vez, Ada se dirigirá a ella por su nombre.

El consejero de Turismo del Gobierno de Canarias, Isaac Castellano, celebró ayer le llegada de Ada a la isla porque "la cultura y la tecnología son indispensables para el crecimiento" de Canarias.

Castellano admitió que "no hay previsión" de incorporar a otro robot de las características de Ada a la plantilla de trabajadores de los museos del Gobierno de Canarias, pero tampoco "cierra esa posibilidad".

El consejero manifestó que "Canarias puesta por la tecnología porque el futuro está ahí", y puso el Museo Elder como ejemplo, porque "en cada rincón del recinto capitalino se siente el progreso".