El 77% de los gitanos de España con edades comprendidas entre los 16 y 24 años no estudiaba ni trabajaba en 2016, frente a la media del 63% en el conjunto de la Unión Europea (UE), según un informe de la Comisión Europea (CE).

En 2011, el porcentaje en España era del 71% y en los Veintiocho del 56%, por lo que se produjo un incremento durante esos cinco años.

Según subrayó el Ejecutivo comunitario en un comunicado, esas cifras constituyen "una señal alarmante de que la transición de la educación al empleo y otros ámbitos no es eficaz".

Además, el 23% de los gitanos españoles con trabajo se sintió discriminado en su puesto laboral en los últimos cinco años, frente al 17% de los Veintiocho, mientras que el 34% sufrió discriminación al buscar empleo, comparado con el 40% en la UE.

Entre 2011 y 2016 también creció en España el porcentaje de gitanos que había sufrido discriminación en relación con el acceso a la vivienda, incluida la social, al pasar del 35 al 45%.

Sin embargo, en el conjunto del bloque comunitario el dato cayó desde el 45 al 41%, de acuerdo con la evaluación del modo en que los Estados miembros están poniendo en práctica sus estrategias nacionales de integración de los gitanos.

Por otro lado, el estudio certifica que el acceso de los hogares gitanos a servicios básicos como el agua corriente y la electricidad está mejorando, sobre todo en Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia y la República Checa.

Los datos son más positivos en el ámbito educativo, pues aumentó la participación de niños gitanos en la educación infantil en territorio español (del 77 % en 2011 al 95 % en 2016).