"El universo no se creó para cada uno de ustedes, son más insignificantes de lo que pensaban". Así de contundente se mostró Laurence Krauss, físico teórico, divulgador y difusor de la ciencia, al referirse a la evolución humana y la del universo.

Pertenecemos a una raza que siempre se ha caracterizado por preguntar los porqués del mundo. Aunque lo cierto es, según este físico, que lo importante no es tanto el porqué, sino "el cómo" ya que "el universo no tiene propósito".

La insignificancia de la raza humana en el universo fue uno de los puntos en los que también fijó su mirada el reconocido biólogo, antropólogo y paleontólogo Juan Luis Arsuaga. "Si hubiera que representar la evolución gráficamente, sería un árbol muy ramificado en el que la rama de los humanos es igual a todas las demás", insistió el científico.

Ambos discutieron sobre el origen del universo y las especies, el futuro y, cómo no, la importancia del papel de la ciencia en las decisiones venideras. Lo hicieron en un abarrotado salón de actos de la Fundación Cajacanarias en Santa Cruz de Tenerife, en el que literalmente no cabía un alfiler. Las 500 plazas fueron ocupadas en cuestión de minutos por mayores y jóvenes, todos grandes entusiastas del conocimiento que venían a repartir estas dos grandes personalidades de la ciencia. Y así es como comenzó el primero de los tres ciclos que propone la Fundación Cajacanarias y cuyas próximas ediciones se celebrarán los días 28 septiembre y 5 de octubre.

El unir dos disciplinas en principio tan dispares como lo son la biología y la astrofísica o física teórica no es baladí. Ambas tienen mucho que decir sobre el origen del universo y de la humanidad. Pero siempre teniendo en mente las palabras de Krauss: "El universo está formado un 30% materia oscura, un 70% energía oscura o nada y un 1% contaminación cósmica, y si nuestra especie se erradicara, aún seguiría así".

Por tanto, el debate desde ese momento se enfocó en el futuro, con la gran pregunta: ¿seguirá evolucionando la raza humana? Para Arsuaga la respuesta es negativa. "Probablemente seamos la primera especie que sobreviva 10 o 15 millones de años", y continuó: "Las últimas especies mamíferas que se conocen solo han vivido 1 millón de años sobre la Tierra antes de extinguirse o cambiar".

Una teoría con la que, sin embargo, no estuvo de acuerdo Krauss, quién afirmó rotundamente que "el concepto de que la humanidad es la cúspide de la evolución es absurdo". Además vaticinó que "la sobrepoblación y la tecnología que estamos generando tendrán un efecto radical en el planeta", lo que nos llevará a enfrentarnos a "una fuerte presión evolutiva" que se irá acelerando hasta derivar "en nuestra propia muerte".

Laurence Krauss también dio una clave sobre el futuro de la raza. "No suelo hacer predicciones a no ser que sean para dentro de miles de millones de años, porque así nadie de aquí podrá verlo", bromeó, pero considera que "en un tiempo la inteligencia artificial (IA) superará a la biológica, a la que le va a costar seguir a la par de las máquinas autoprogramables". De hecho, consideró que probablemente la especie humana deba aunarse a esta inteligencia.

"Es ciencia ficción", le contestó Arsuaga, pero es que, continuó, "la ciencia ficción es útil porque se convierte en una metáfora para reflexionar sobre el ser humano", además de "un sistema de alerta temprano que nos hace pensar sobre futuros indeseables y prevenirlos".

Como guinda al pastel, Krauss acabó reflexionando sobre la necesidad de la ciencia y su divulgación, así como tomar decisiones políticas a través de ella. Ya que "los humanos vamos a tener un impacto en el mundo y la ciencia nos da un punto de vista para ver un futuro real".