Asociaciones, colegios y otras instituciones de toda Europa celebran estos días actividades para dar a conocer la dislexia y cómo debe abordarse esta dificultad específica del aprendizaje en la escuela. En la actualidad, solo el 33% de los niños con dislexia reciben la atención profesional necesaria. Con motivo de la celebración del 5 de octubre, día elegido para sensibilizar sobre el tema, Dislecan ha organizado la cuarta edición de las jornadas de dislexia en Canarias, que en esta ocasión llevan como título "La dislexia: ayer y hoy, un reto educativo".

La cita, según informa la asociación canaria, contará con diferentes ponencias de catedráticos y profesionales de diferentes ámbitos de la psicología con amplia experiencia en dificultades específicas de aprendizaje, entre ellos, Manuel Carreiras, director del Centro del Basque Center on Cognition, Brain and Language, el mayor centro europeo de investigación neurocientífica.

La dislexia es una Dificultad Específica de Aprendizaje (DEA) de origen neurobiológico, caracterizada por la presencia de dificultades en la precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras (escritas) y por un déficit en las habilidades de decodificación (lectora) y deletreo. Estas dificultades son consecuencia de un déficit en el componente fonológico del lenguaje y se presentan de manera inesperada, ya que otras habilidades cognitivas se desarrollan con normalidad y la instrucción lectora es adecuada.

Se estima que un 10% de la población tiene dislexia, es decir, más de 4,6 millones de españoles y unos 800.000 niños en las aulas en España.

La dislexia es considerada la dificultad específica de aprendizaje más común del mundo. Se estima que las dificultades de aprendizaje causan el 65% de fracaso escolar. Así y todo, "los niños con dislexia están excluidos de la convocatoria de becas destinadas a niños con necesidades específicas de apoyo educativo, a pesar de estar reconocido como alumnado dentro de los estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo, aunque necesitan intervención profesional para abordar la diferencia que supone en nuestro sistema educativo tener dificultades en las habilidades básicas de la lectura.

Sin becas para esta intervención, las familias con menos recursos se quedan sin intervención ni apoyo. Sin logopedia -insiste la asociación-, un niño con dislexia tiene muchas posibilidades de formar parte del porcentaje de abandono escolar.