Alicia Sintes ha consagrado su vida al estudio de las ondas gravitacionales. De hecho, vivió el momento en que se descubrieron por primera vez, el 14 de septiembre de 2015 en el LIGO, el Observatorio de ondas gravitatorias por interferometría láser. Es física teórica y profesora en la Universidad de las Islas Baleares, y sus palabras irradian el amor que siente por los fenómenos que ocurren en todo nuestro universo.

¿Qué opina sobre que el Nobel de Física de este año se lo hayan llevado tres científicos que estudian las ondas gravitacionales?

Los tres científicos que lo han ganado, Rainer Weiss, Kip Thorne y Barry C. Barish, son los precursores del LIGO. Rainer Weiss, que obtuvo el reconocimiento al 50%, es el cerebro detrás de LIGO. Él no solo tuvo la idea de hacerlo, sino que se trabajó y estudió cuáles eran todos los ruidos fundamentales que limitarían la sensibilidad de estos instrumentos. Rainer Weiss tuvo mucho apoyo de Kip Thorne, otro de los galardonados, y ellos dos fueron quienes realizaron la propuesta para financiar LIGO. Por su parte, Barry C. Barish fue el segundo director del laboratorio y quien en 2007 creó la LIGO Scientific Colaboration.

Es curioso que solo dos mujeres se hayan llevado este galardón. ¿Qué opina del papel de la mujer en la investigación científica y, concretamente, en la física?

Eso es toda una injusticia. Es decir, se da a científicos de reconocido prestigio y solo tenemos a dos mujeres galardonadas en el campo de la física, Marie Curie y Maria Goeppert-Mayer. Pero hay más científicas que lo merecen. Ejemplos de ello son Jocelyn Bell, quien descubrió los púlsares y se hizo muy famosa porque no le dieron el Nobel a ella sino a sus jefes, o Vera Rubin, que hizo unos estudios preciosos de rotaciones de galaxias y se dio cuenta de que faltaba la materia oscura. Podríamos seguir con infinidad de nombres de científicas que han trabajado duro y que se han quedado a la sombra de otros.

Al hablar con otras científicas aseguran que, cuando se quiere crecer en este mundo, la conciliación familiar suele ser el mayor problema. ¿Está de acuerdo?

Esa es la principal diría yo. Una es la conciliación familiar y la otra es el progreso que haces en tu carrera. Yo, en los primeros años de mi carrera cuando trabajaba en el Instituto Max Planck, no entendía de discriminación a la mujer. Allí solo valoraban si eras bueno o no y sin cargas familiares. No entendía nada hasta que un buen día tuve pareja y empecé a darme cuenta de los problemas que eso acarrea. Si hubiese suficientes puestos de trabajo para todos, todo sería muy fácil. Pero estás en un campo extremadamente competitivo, donde estamos muy especializados en temas concretos y donde tienes un número finito y pequeño de centros en todo el mundo donde se hacen esos estudios. En mi caso, yo vivía en Mallorca y mi marido en Alemania, y la situación duró hasta que decidimos que queríamos tener familia. Yo era la que tenía la plaza fija, así que mi marido dejó el Instituto Max Planck para venirse a España, pero eso no es lo normal. A mí no se me ocurrió tener familia hasta que no tenía la vida asegurada. Cuando trabajas en un sitio, lo que quieren es una persona competente, y que rinda. Esto implica que algunas empresas no quieran contratar una persona que se vaya a quedar embarazada. En según qué campos puedes interrumpir y luego seguir, pero en aquellos extremadamente competitivos, ese parón te va a bloquear el resto de la carrera. Hay muchos estereotipos a romper, porque evidentemente después de dar a luz, el hombre y la mujer son iguales, la carga familiar se puede repartir.

Entonces, ¿existe un techo de cristal?

Hay personas a las que no les afecta pero las que consiguen llegar a puestos de dirección y gran coordinación son "superwomans" y "supermamás".

Pero volvamos a la Física, hablamos mucho de las ondas gravitacionales, no obstante, la mayoría de la gente no sabe lo que son. ¿Cómo las definiría?

Solo hay dos tipos de ondas que llevan información sobre el universo, las ondas electromagnéticas, es decir, la luz en todas sus variantes, y las ondas gravitacionales. Las ondas electromagnéticas que estamos acostumbrados a ver y a utilizar son oscilaciones de los campos eléctricos y magnéticos que viajan a través del espacio tiempo. En cambio, las ondas gravitacionales son oscilaciones del propio espacio tiempo, creados por la materia en movimiento.

¿Cuál es el tipo de información que nos dan las ondas gravitacionales y en qué especialidades ayudan a conocer más sobre el universo?

Con esta observación puedes obtener mucha información relevante que impacte diferentes campos. En cosmología puedes conocer cómo fue la historia acelerada del universo. En física fundamental puedes poner a prueba la propia teoría de la relatividad general. En la astrofísica, por su parte, se puede observar la abundancia de los agujeros negros, cómo se forman, cómo se originan las galaxias, qué hay detrás de las explosiones de rayos gamma, o descubrir otros fenómenos de los que ahora no tenemos ni idea.

¿Cree que Einstein realmente sabía que existían estas ondas?

Albert Einstein en 1916 sacó su primer artículo sobre ondas gravitacionales. Dos años después empezó a cuestionarse si este fenómeno formaba parte de algo físico o de unos cálculos matemáticos. Hubo una polémica y muchos científicos reconocidos lo cuestionaron, Arthur Stanley Eddington incluso se burlaba de que eso no podía ser. La polémica duró hasta el año 57. Durante ese tiempo, Einstein cambió muchas veces de opinión, por eso no queda muy claro si creía que las ondas gravitacionales existían. Él pensaba que nunca habría tecnología suficiente para observarlas, por la perturbación tan pequeña que generaban. La ciencia nunca es fácil y ha necesitado un siglo para su comprobación.