El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, afirmó ayer en el Congreso de los Diputados que no es partidario de alterar la competencia educativa de las comunidades autónomas. Asimismo, subrayó que la futura ley educativa como consecuencia del pacto educativo tiene que ser "flexible" con la realidad distinta de las autonomías, pero ha insistido en que se refuercen las funciones de la Inspección.

Así lo subrayó el titular de Educación durante su comparecencia en la Comisión de Educación, donde acudió a petición propia para cerrar la ronda de comparecencias para el Pacto Social y Político por la Educación. "No es necesario hacer tabla rasa y construir un sistema partiendo de cero. Hay que preservar lo que funciona", aseveró.

Méndez de Vigo, que admitió diferencias con algunos grupos parlamentarios en la forma para alcanzar el pacto, e indicó que la propuesta que acuerden los diputados de la Subcomisión parlamentaria para el Pacto educativo debe concretarse en una ley que "dé certidumbre y estabilidad" al sistema, pero que a la vez sea "flexible" y responda a las "circunstancias específicas" que se dan en las comunidades autónomas.

"En nuestras manos está hacerlo, conjugando los principios de unidad del sistema educativo y autonomía de los territorios para adaptarlo según sus propias necesidades", dijo.

También reiteró que no es partidario de quitar competencias a las comunidades en materia de enseñanza y ha indicado que hay diferencias "recurrentes" como los 40 puntos en PISA entre una comunidad y otra, que se corresponde con más de un curso académico de diferencia, pero ha advertido de que no está a favor de un cambio competencial porque, a su juicio, "el problema tiene que ver con cómo se ejercen las competencias".