El informe ''Cambio Climático y Salud'' del Instituto DKV de la Vida Saludable y ECODES asegura que el cambio climático tiene más efectos sobre al salud de las personas en situación de pobreza, las mujeres y los niños.

Este análisis explica el impacto del cambio climático en la salud y su relación con la pobreza, la equidad de género y la infancia, abordando sus consecuencias sociales negativas y revisando qué medidas son necesarias para hacer frente a estos impactos, así como qué puede hacer la ciudadanía para formar parte de la solución.

La relación entre el cambio climático y la salud es "clara". Las enfermedades que causan mayor número de muertes en el mundo, la neumonía, el infarto cerebral y los problemas cardiovasculares, están directamente relacionadas con efectos ambientales resultantes del cambio climático como son el aumento de temperaturas agravadas por la alta contaminación y la mala calidad del aire, las olas de calor, la falta de acceso a agua o los eventos climáticos extremos como inundaciones o sequías.

En la actualidad, más de 700 millones de personas viven en pobreza extrema y no pueden cubrir sus necesidades básicas relacionadas con la salud, la educación, la alimentación, el acceso al agua, la vivienda y el suministro de energía. Entre ellos, el 75 por ciento depende de la agricultura y de la economía rural para sobrevivir, sectores altamente sensibles a los impactos del cambio climático.

Así, la injusticia del cambio climático queda de manifiesto: los que más sufren los impactos del calentamiento global son aquellos que menos han contribuido al problema.

En el caso de las mujeres, el hecho de que queden excluidas de la toma de decisiones en muchas partes del mundo y su limitado acceso a recursos financieros y materiales son dos de las razones que explican su mayor vulnerabilidad al impacto del cambio climático.

INFANCIA

Además, el cambio climático afecta especialmente a la infancia. Amenaza la supervivencia, el desarrollo, el acceso a la alimentación, a la educación y a la sanidad de los niños a nivel global.

Los impactos en su salud son significativos: enfermedades por deshidratación e infección, muerte, hambruna y otros efectos sociales colaterales como el trabajo infantil, la separación familiar, las víctimas de conflictos y del tráfico y la trata de personas, o la reducción de las horas de escolarización.

En el mundo hay 150 millones de menores que viven en condiciones de sequía extrema y 500 millones en zonas de riesgo de inundaciones extremas.

Por otra parte, 4 de cada 5 enfermedades, lesiones y muertes atribuibles al cambio climático son sufridas por menores. Las razones detrás de esta vulnerabilidad tienen que ver con su menor desarrollo biológico, mayor consumo energético y metabólico y su ausencia en la toma de decisiones.

COMPROMISOS NECESARIOS

El cambio climático es un problema global para el que solo sirven soluciones globales que cuenten con todos los actores implicados. "Luchar contra el cambio climático es trabajo de todos: gobiernos, empresas y ciudadanía", han subrayado DVK y ECODES.

"Cumplir con el Acuerdo de París pasa por que todos los países descarbonicen sus economías. Para ello deben hacer uso de fuentes de energía renovable y niveles de eficiencia energética mayores a los actuales", han señalado.

Además, se deben poner en marcha medidas que hagan sostenible tanto la agricultura como la producción de alimentos. La reducción de la deforestación y asegurar una movilidad sostenible para todos "deben ser otras de las medidas a reforzarse". También hay que mejorar la adaptación de todos los países "a los ya evidentes impactos del cambio climático, reforzando los sistemas de protección social y aumento los sistemas de alerta temprana y la gestión de los desastres".

A nivel empresarial y organizacional se tiene que trabajar en la educación sobre el cambio climático, tanto en sus causas como en sus impactos, "es crucial ampliar el conocimiento sobre los modelos económicos que promueven negocios sostenibles e implementar desde las administraciones públicas, incentivos que apoyen estos modelos sobre todo en las regiones que se encuentran en mayor situación de riesgo a nivel mundial".

"Frenar el cambio climático no solo depende de gobiernos y de empresas: todos tenemos mucho que aportar", han advertido, para remarcar que "desde la acción individual hasta las acciones colectivas, existen multitud de herramientas a disposición de todos para hacerlo; no hay excusa para no actuar".

La presentación del Observatorio de salud y medio ambiente de DKV se enmarca dentro del ciclo sobre salud y medio ambiente que se desarrolla en la Torre DKV de Zaragoza entre el 15 de noviembre y el 10 de diciembre.

Este ciclo cuenta con varias actividades como la exposición de viñetas sobre el cambio climático ''El cambio climático no tiene gracia'' o la proyección del documental ''Olas Limpias'', dirigido por Inka Reichert, que narra la historia de un grupo de surfistas que luchan contra la contaminación ''invisible'' que hay en el mar.