La creciente resistencia a los antimicrobianos relacionada con la emisión de medicamentos y sustancias químicas en el ambiente es una de las amenazas más preocupantes para la salud en la actualidad, según denunció ayer la Asamblea medioambiental de Naciones Unidas, UNEA-3.

El informe Fronteras, presentado esa jornada en Nairobi durante la segunda sesión de la UNEA-3, señaló que unas 700.000 personas mueren anualmente de infecciones resistentes debido a que los medicamentos antimicrobianos se han vuelto menos efectivos para eliminar los patógenos resistentes.

"Esta advertencia es realmente aterradora: podríamos estar estimulando el desarrollo de superbacterias feroces debido a la ignorancia y el descuido", alertó el director ejecutivo de ONU Medioambiente, Erik Solheim, en un comunicado.

Los estudios ya han vinculado el uso indebido de antibióticos en los seres humanos y la agricultura durante las últimas décadas con el aumento de la resistencia, "pero el papel del medio ambiente y la contaminación ha recibido poca atención", alertó Solheim.

"Esto requiere una acción prioritaria e inmediata o correremos el riesgo de que la resistencia evolucione a nuestras espaldas, con consecuencias potencialmente espeluznantes", insistió el director ejecutivo de ONU Medioambiente.