La escritora Pepi Márquez novela en "Asesinato en La Laguna" la historia del amor "equivocado" entre un "camaleón social", Salvador Morales, y su compañera de trabajo Isabel Canino, a la que terminó matando en un crimen que marcó a la sociedad canaria con el horror de la violencia de género.

Pepi Márquez relata en una entrevista a EFE cómo este caso que sacudió a las islas en 2009 le ha llevado a documentarse durante tres años para culminar la novela, que ha incluido el acceso a los doce tomos judiciales del expediente jurídico y a entrevistarse con familiares, amigos, policías y compañeros de trabajo de Canino.

La presentación de "Asesinato en La Laguna", que publica Ediciones Juglar de Madrid, se realizará el 18 de diciembre en la sede del Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife por parte de su decano, José Manuel Niederleytner, que fue el letrado de la familia de la víctima. También participará en la presentación el criminólogo Félix Ríos, que asesoró a los familiares de Isabel Canino y que preside la Asociación Laxshmi de lucha contra el crimen.

Para Pepi Márquez, que ha escrito cuatro novelas anteriores del género negro, "Asesinato en La Laguna" ha supuesto enfrentarse por primera vez a la narración de unos hechos reales, en cuya investigación le fue de gran ayuda el criminólogo Ríos, quien la puso en contacto con las personas allegadas al caso. Entre ellas, la hermana de la víctima, Eladia Canino, sin cuya fuerza no se hubiese encontrado a Isabel, cuyo cuerpo fue hallado en una fosa séptica de una vivienda propiedad de Salvador Morales el 28 de mayo de 2009, 72 días después de denunciarse su desaparición.

Isabel Canino tenía una sonrisa "que eclipsaba", según describió a Pepi Márquez su mejor amiga y confidente, May, que conocía los detalles de los "17 años de relación de horror" que mantuvo la conductora de Titsa con su compañero de trabajo Salvador Morales. La escritora ha consultado las cartas escritas por Isabel, que se sentía sola y que de esta manera expresaba sus sentimientos incluso a su nueva pareja y a la esposa de Salvador Morales, quien estaba casado y tenía tres hijas.

Canino, que conoció a Salvador con 19 años, lo tenía todo: trabajo, belleza, familia y la vida solucionada, "pero no supo deshacerse de él" pese a darse cuenta de que la relación era "de horror", y que culminó cuando ella pagó su propia tumba, pues él le pidió dinero para unas obras que resultaron ser la fosa séptica en la que la enterró.

Uno de los abogados que ha tenido Salvador Morales lo describió en conversación con Pepi Márquez como una persona muy vengativa, mientras que Félix Ríos elaboró un perfil criminológico en el que detecta en la personalidad de este asesino a "un camaleón social".

Ante los demás Salvador era muy simpático y abierto, a su familia la protegía "como el león que cuida a la manada" y al mismo tiempo se negaba a dejar la relación con Isabel Canino, quien llegó a acudir a servicios de violencia de género buscando la manera de alejarlo de su vida.