La Fiscalía solicita a F. J. L. L. un total de 11 años de prisión y el pago de 90.000 euros a un joven de Guía de Isora sordomudo al que supuestamente clavó un destornillador en el ojo derecho y que perdió la vista en el mismo. La agresión tuvo lugar a las 0:30 horas del 1 de abril de 2015, cuando el acusado acudió frente a la casa de la víctima después de haber sostenido una pelea en la plaza de Chío y, tras darle varios puñetazos, le clavó el destornillador.

La víctima tardó 153 días en curarse y precisó cinco puntos de sutura, hospitalización, tratamiento farmacológico y seguimiento. Le ha quedado como secuela la pérdida total e irrecuperable de visión.

El juicio tuvo lugar el pasado miércoles, 13 de diciembre, y fue necesario usar a un intérprete del lenguaje de signos para conocer el testimonio de la víctima. Este dijo que aquella noche había estado viendo un partido de fútbol en un bar de la plaza y que, al acabar, observó como un grupo de jóvenes, entre los que se encontraba el ahora acusado, se estaban burlando de él. Por ello, les tiró un vaso que cayó bastante lejos del lugar donde estos estaban. Cogió la moto, se dirigió a su casa y justo cuando salía del garaje se encontró con el procesado, que le clavó el destornillador en el ojo. "No discutimos, todo ocurrió muy rápido. Luego vino a pedirme perdón pero es una persona muy mala. No sé por qué lo hizo. No entiendo nada", señaló el joven quien incluso mostró sus sospechas de que en días posteriores el procesado o sus amigos cortaron la luz de la calle para que les sirviera de coartada. El abogado defensor basó la inocencia del acusado en que era imposible que reconociera al supuesto agresor dada la oscuridad que existe en ese lugar. El procesado, por su parte, declaró ser inocente y mostró una versión diferente en cuanto a los lugares en los que se produjo la supuesta agresión y las circunstancias que la rodearon.

Los peritos ratificaron el daño causado y descartaron que la negativa del denunciante a seguir el tratamiento tal y como se le había prescrito fuese la causa de que nunca vaya a ver más por el ojo dañado.