Neurólogos del Hospital de la Vall d''Hebron de Barcelona han diseñado un protocolo diagnóstico con un chaleco Holter -aparato que registra la actividad del corazón- para detectar la causa de los ictus en un grupo de pacientes que padecen fibrilación auricular, un tipo de arritmia muy difícil de localizar.

El doctor Jorge Pagola, investigador principal del estudio e investigador del VHIR, junto con el doctor Jesús Juega, de la Unidad de Ictus de Vall d''Hebron, han informado hoy en rueda de prensa de este nuevo protocolo, que han elaborado en colaboración con la Unidad de Arritmias del mismo hospital.

Uno de cada tres ictus graves son de causa desconocida y se estima que la fibrilación auricular paroxística, un tipo de arritmia muy difícil de detectar porque aparece y desaparece, está detrás del 50% de los ictus graves cuya causa no se ha podido concretar.

El Holter es un dispositivo electrónico de pequeño tamaño que registra y almacena el electrocardiograma del paciente durante al menos 24 horas de forma ambulatoria (en el domicilio, sin necesidad de llevarlo a cabo en el hospital), y suele emplearse en pacientes con sospecha de arritmia cardíaca.

Pagola ha explicado que con los sistemas de diagnóstico convencional, que supone llevar el aparato holter 24 horas, sólo se detecta la fibrilación auricular en el 2 % de los pacientes que han padecido un ictus grave.

Con el nuevo protocolo propuesto por estos expertos, que consiste en llevar un Holter de tela hasta tres meses por debajo de la ropa y en contacto con la piel, se puede leer la información registrada y comprobar si el paciente padece fibrilación auricular.

Los dos expertos han aplicado los protocolos americanos y europeos, que recomiendan llevar el Holter durante 30 días, a un grupo de 215 pacientes y los han ampliado a tres meses en una cincuentena de pacientes.

Así, han comprobado que "con el Holter de tela se detectan hasta el 20 % de los casos de este tipo de fibrilación auricular, ya que al estar basado en un chaleco sin adhesivos sólo causa irritaciones en la piel al 5 % de los pacientes y el cumplimiento del enfermo es mucho más adecuado", ha indicado el doctor Pagola.

"Ésta es una de las principales claves del protocolo, ya que el hecho de que los pacientes toleren el chaleco durante treinta días permite registrar un mayor número de fibrilaciones auriculares y realizar una lectura mucho más fiable de los datos", ha añadido.

En la misma rueda de prensa ha participado un paciente, Melitón Bascuñana, que ha llevado durante tres meses el chaleco, incluso de noche, y al que se le detectó fibrilación auricular durante el tercer mes.

Bascuñana ha explicado que notó molestias sólo los primeros días pero que, después, toleró sin problemas llevar el aparato Holter, que recargaba "como un móvil" cada día mientras se aseaba, el único momento en el que se desprendía del mismo.

Detectar la causa de un ictus es "fundamental" para aplicar el tratamiento correcto, ya que la aspirina de 100 miligramos, que es el estándar en estos casos "no es eficaz cuando el accidente cerebrovascular se debe a la presencia de fibrilación auricular paroxística", ha precisado Jesús Juega.

En estos casos, es preferible optar por un anticoagulante oral clásico o por un nuevo anticoagulante oral de acción directa.

Esta investigación ha sido liderada por los dos expertos del Vall d''Hebron Instituto de Investigación (VHIR, en sus siglas en catalán), becados por el Instituto Carlos III.

En el mismo han colaborado también las unidades de ictus del Hospital Clínico Universitario de Valladolid y los hospitales Virgen de la Macarena y Virgen del Rocío, de Sevilla. Los resultados del proyecto han sido publicados en la revista International Journal of Cardiology.