Desde hace más de una década, existe un Plan Director entre el Ministerio del Interior y el de Educación para acercar la actividad de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado a comunidades educativas de Enseñanza Primaria y Secundaria. Este programa sirve, entre otras cosas, para advertir a los menores de los errores que no deben cometer al utilizar internet y las redes sociales, o bien los delitos en los que pueden incurrir con determinados comportamientos hacia otras personas. En la provincia de Santa Cruz de Tenerife, la Guardia Civil desarrolla esa tarea bajo la coordinación del capitán Antonio Ferrándiz.

Los guardias civiles informan a los escolares, con un lenguaje y un mensaje adaptado a cada segmento de edad, de los efectos negativos del acoso escolar, el consumo de drogas o alcohol, la pertenencia a bandas violentas, racistas o intolerantes, la violencia hacia la mujer y la discriminación o, como ya se ha dicho, la utilización inadecuada de internet y las redes sociales.

Estas sesiones divulgativas también se ofrecen a profesores, personal directivo de los centros y los padres.

El agente Santana es uno de los profesionales que están destinados a dicha labor de sensibilización. Este guardia reconoce que actualmente existe mucha demanda de información sobre las redes sociales, "a través de las cuales se pueden realizar muchos tipos de delitos".

Aclara que "a los padres se les advierte de que, aunque sean menores, sus hijos pueden tener responsabilidades penales y ellos ser responsables solidarios".

Según Santana, muchos menores no son conscientes de las consecuencias administrativas o penales de algunos de sus comportamientos. Cuando a los adolescentes se les enumeran los actos que están tipificados como infracciones, varios dicen abierta y espontáneamente: "Yo no sabía que eso era delito".

Este funcionario comenta que a los alumnos se les recuerda que el acoso escolar o burlarse de compañeros, tanto presencialmente como a través de la red, es un hecho delictivo.

También se incide, por ejemplo, en que no se debe controlar el teléfono a la pareja o subir determinadas fotografías a las redes sociales.

Ferrándiz y Santana coinciden en que "los padres deben "supervisar" los móviles de los menores y sus aplicaciones". Y lo mismo debería ocurrir con las cuentas de redes sociales.

La edad mínima para crear un perfil en Facebook, por ejemplo, es de 14 años. Pero, a veces, hay niños o niñas de menor edad que suben fotos en bañador, por ejemplo. Y ahí puede empezar su calvario y el de su familia.

El agente insiste en la importancia de estar al tanto de lo que hacen los hijos. Santana sugiere la utilización de una herramienta para móviles "smartphone" que consiste en que todo lo que haga el adolescente a través de su teléfono aparece en el terminal de los padres al instante. El guardia señala que a los hijos hay que informarlos de que va a existir ese seguimiento.

Respecto a la creación de grupos de Whatsapp por niños de diversas edades, Santana advierte de que el mismo "debe tener una finalidad, datos sobre las tareas, los exámenes o los contenidos de clase", por ejemplo. Y añade que "el administrador de ese grupo es el responsable de lo que ocurre en el mismo, junto con la víctima y el autor de un delito, si lo hubiese".

"Actualizarnos para intentar estar a la altura"

El guardia civil Santana recuerda que, en muchos casos, los menores dominan mejor las nuevas tecnologías que sus padres. Pero, precisamente por eso, recomienda a los progenitores que intenten "estar a la altura" de las circunstancias. Comenta que, a veces se debe intentar que "nuestro hijo nos enseñe" en esos procesos. Tanto el capitán Ferrándiz como el mencionado agente comentan que "no se vulnera la intimidad del menor" por ejercer el control parental para evitar que pueda cometer o ser víctima de delitos. El mando y el funcionario del Instituto Armado señalan que, en ocasiones, los menores falsean su edad e identidad para poder tener acceso a cuentas de una red social. Por ejemplo, pueden utilizar los datos personales de sus padres para disponer de un perfil.

Los riesgos de divulgar fotos sin autorización

Ferrándiz y Santana manifiestan que en las charlas también se advierte a niños y adolescentes de las situaciones que pueden darse al compartir la fotografía de otra persona en internet o redes sociales. En primer lugar, indican que "el que hace la foto no tiene derecho a difundirla sin permiso del fotografiado". Y la persona que recibe dicha imagen tampoco tiene derecho a divulgarla entre sus contactos y grupos, sobre todo si esa difusión se realiza para perjudicar a la persona a la que se ha hecho esa foto.

El agente no debe verse como "un enemigo"

Tanto los responsables de comunicación del Instituto Armado como de la Policía Nacional, junto a policías locales y cuerpos autonómicos, insisten periódicamente en la importancia de que los agentes no deben ser vistos por los niños como "enemigos", sino como profesionales que están para ayudarlos ante cualquier situación de emergencia o de peligro. Por eso, señalan que la frase "como te portes mal, llamo al policía", hay que evitarla. De esa manera, cuando, por ejemplo, se pierdan en una calle o un centro comercial, los pequeños tienen que saber dirigirse a una persona uniformada, tanto a un agente de la autoridad como a un vigilante de seguridad.

La vía para solicitar las charlas en centros

Los directivos de centros o asociaciones de madres y padres de alumnos (ampas) que estén interesados en contar con charlas de agentes de la Guardia Civil o la Policía Nacional en diferentes materias deben dirigirse a la Delegación del Gobierno en Las Palmas de Gran Canaria y solicitar dicha acción divulgativa.