La poca efectividad de la vacuna es la principal causa de que la incidencia de la gripe esté siendo mayor que en otros periodos invernales, y esto se debe a que el virus de este año no es el que circula habitualmente y, por lo tanto, la vacuna no es tan efectiva.

Así lo asegura la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), que explica que la vacuna contra la gripe se diseña para proteger contra los virus que, según las investigaciones, serán los más comunes cada año.

Es decir, que la composición de la vacuna puede cambiar año a año, explican los intensivistas en una nota en la que añaden que este año el porcentaje de mortalidad ronda el diez por ciento.

Actualmente la epidemia continúa en descenso en toda España -menos en Ceuta y Melilla- y la tasa de incidencia se sitúa en 190,12 casos por 100.000 habitantes, con 472 las muertes desde el inicio de la temporada de la gripe y 3.162 hospitalizaciones.

Los virus de la gripe A (H1N1), A (H3N2) y un virus de la gripe B (en este caso el Victoria) están incluidos en la vacuna anual contra la gripe en lo que se denomina vacuna trivalente, mientras que el B (Yamagata) está también incluido en la vacuna tetravalente, pero esta solo se prescribe a pacientes con grave inmunodepresión.

La vacuna puede proteger contra los virus de la influenza (sinónimo de gripe) que son iguales o similares a los que contiene la vacuna, pero la de la gripe estacional no protege contra infecciones y enfermedades ocasionadas por otros virus que causan síntomas similares, indica el Coordinador Nacional del Grupo Español de Trabajo Gripe A Grave (Getgag) de la Semicyuc e Intensivista en el Hospital Universitario de Tarragona Joan XXIII, Alejandro Rodríguez.

Los intensivistas recuerdan que "en general" el virus de la gripe no es mortal y que son otras patologías presentes en el paciente, como enfermedades pulmonares o cardiovasculares crónicas y avanzadas, las que pueden descompensarse por la gripe y producir la muerte.

Según datos de la Semicyuc, este invierno, el virus predominante es el B y en más del 90 por ciento de los casos los pacientes presentan comorbilidades o enfermedades crónicas así como mayor edad respecto a años anteriores.

Por último, recuerdan que el uso de antibióticos de manera abusiva o sin prescripción médica puede ralentizar el proceso de curación dado que estos medicamentos no tienen efecto sobre los virus.