La erupción de El Hierro dejó casi yerma durante meses una de las reservas marinas más espectaculares de España, pero sus ecosistemas se recuperaron con una rapidez inesperada, en una reacción que se ha atribuido a los nutrientes expulsados por el propio volcán. Pero ¿y si no fue así?

El Instituto Español de Oceanografía (IEO), las dos universidades canarias y varios organismos científicos publicaron en los últimos años trabajos que muestran las enormes cantidades de hierro, nitratos y otros nutrientes que el volcán Tagoro aportó al Mar de Las Calmas, en un proceso que pudo "fertilizar" sus ecosistemas.

"El mismo volcán que generó un ambiente altamente corrosivo, con consecuencias para la vida marina, ha proporcionado los nutrientes necesarios para una rápida recuperación de los ecosistemas", defendió en 2013 un artículo suscrito en "Scientific Reports" por Magdalena Santana Casiano, Melchor González Dávila (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ULPGC) y Eugenio Fraile (IEO), investigadores que después han firmado más trabajos con esta tesis.

Esa conclusión se ha mantenido casi estable hasta la fecha, porque además los pescadores y los clubes de buceadores de El Hierro atestiguan que la vida no solo ha recolonizado el Mar de Las Calmas, sino que, además, presenta unos niveles impresionantes.

¿Pero, y si el volcán no tuviera nada que ver? ¿Y si la recuperación de la vida en la zona arrasada por la erupción submarina se debiera a un ciclo natural, ajeno al volcán?

Esa es la cuestión que plantean este mes, también en "Scientific reports", del grupo "Nature", cuatro investigadores de la ULPGC, pertenecientes a su Instituto de Oceanografía y Cambio Global y a la División de Robótica y Oceanografía Computacional. Estos investigadores no ponen en duda las enormes cantidades de hierro y nutrientes que el volcán inyectó al mar, pero sí cuestionan que eso llegara a producir un proceso de "fertilización" para el ecosistema.