La activista feminista negra Mary Ilda Antonio, miembro del colectivo EFAE (Empoderamiento Femenino Afrodescendiente en España), denuncia que existe un racismo cotidiano que se manifiesta en expresiones como "esto parece una merienda de negros" o "trabajar como un negro", pero del que no se habla porque incomoda.

Mary Ilda Antonio, nacida en Salamanca hace 25 años aunque "madrileña de corazón", considera que no se habla de este racismo, que ella misma ha sufrido, no solo porque incomoda, sino porque resulta violento y "la gente se siente muy atacada".

Tras haber participado en una mesa de debate en TEA Tenerife Espacio de las Artes sobre "El poder de la autorrepresentación. Feminismos negros", esta activista criticó en una entrevista a Efe que la discriminación racial está interiorizada y es consecuencia de una mala educación que enseña a los niños desde pequeños que todas las personas son iguales.

"Ahí está el problema: No todos somos iguales, deberíamos abrazar las diferencias y aceptarnos entre nosotros", afirmó May Ilda Antonio, quien defiende que esto no quiere decir que, a pesar de las diferencias, haya que llevarse mal.

Advirtió de un racismo cotidiano que "oyes todos los días y que, poco a poco, desgasta" y que pone de relieve que perviven actitudes que hay que limpiar.

Se refiere a comentarios del tipo "tengo curiosidad por acostarme con una negra" o chistes racistas "hechos con cariño" que están muy integrados dentro de la cultura española y que, en vez de generar carcajadas, ofenden, explica la joven, quien también censura la representación de los negros en series de televisión y películas.