Seguramente has oído hablar mil veces del Camino de Santiago. En más de una ocasión se te habrá pasado por la cabeza dedicar unos días libres a hacerlo con tu pareja, amigos o tú solo. Pero al final nunca te has animado. Si aún tienes dudas que despejar esperamos que te sirva esta información.

La mejor preparación mental y logística

Se dice siempre que originalmente el Camino de Santiago es un viaje hacia el interior, un viaje hacia uno mismo. Gran parte de los peregrinos que se dirigen a Santiago, en realidad, más que alcanzar ningún lugar físico buscan llegar hacia otro tipo de metas más espirituales.

Estos objetivos personales pueden ser de diversa índole: finalizar un proceso de duelo, cumplir una promesa, renovar la energía interior, buscar respuestas existenciales, tomar una decisión, practicar el desapego o la aceptación, aprender a conectar con el momento presente y otras muchas más.

El esfuerzo físico nos ayuda a tener la mente despejada, a concentrarnos en lo realmente importante y a dejar a los pensamientos superfluos pasar como si fueran nubes en el cielo. Caminando se puede entrenar aparte del cuerpo, la mente.

El ir cumpliendo todas las etapas y comprobar que somos más capaces de lo que en un principio pensábamos nos hace comprender muchas incertidumbres que estaban albergadas en nuestro interior, y qué quizás nunca antes habíamos expresado en voz alta.

Tanto si tus metas para el Camino de Santiago son recreativas como si son espirituales o aúnan las dos, lo mejor es que confíes toda la organización logística y de alojamiento a profesionales. Si no sabes por dónde empezar, en Santiago Ways son expertos en organizar el camino de Santiago.

De esta manera puedes centrarte en disfrutar con tranquilidad y dejar de lado todo el estrés que supone la preparación de un viaje de estas características. De lo contrario, el tiempo invertido en buscar opciones y organizarlo todo podría ser demasiado y terminar por agotarte antes de empezar.

Los diferentes recorridos del Camino de Santiago

El Camino de Santiago no se refiere únicamente a una ruta concreta. Existen varios recorridos en función del punto de origen del que partan los peregrinos. Algunos de estos puntos de origen se establecían en la antigüedad en regiones fuera de España.

Es el caso del Camino de Santiago Francés, que cómo su propio nombre indica es la ruta trazada por los peregrinos que desde hace siglos llegaban a Santiago habiendo partido de Francia, o bien, los que la atravesaban para llegar a España y provenían de países situados más allá del país galo.

El Camino del Norte transcurre como es de esperar, por la parte más septentrional de España. Comienza en la bella ciudad de San Sebastián, pasa por Bilbao, Santander y Oviedo antes de llegar a Santiago. Si te interesa saber más sobre esta magnífica opción, aquí tienes una guía sobre el Camino del Norte que estamos seguros que te servirá de buena ayuda.

El Camino Portugués presenta dos opciones diferentes: latradicional y la alternativa por la costa. Ambas son de atractivo indudable y es complicado elegir entre una u otra, sobre todo porque cada cual tiene su encanto especial y están plagadas de poblaciones históricas de belleza sorprendente.

El Camino Inglés se popularizó con este nombre porque generalmente era el que tomaban los peregrinos provenientes de las Islas Británicas y de Irlanda. Se inicia en Ferrol, una hermosa ciudad gallega situada al norte de la provincia de La Coruña. Tiene un recorrido de 96 kilómetros.

El Camino Primitivo fue el primero de los caminos a Santiago. Las peregrinaciones comenzaron con esta ruta, que discurre desde la ciudad asturiana de Oviedo hasta la gallega de Lugo. En este punto el Camino Primitivo se fusiona con el Camino Francés y discurren a la par hasta llegar a Santiago.

La Vía de la Plata tiene su origen en un conjunto de calzadas romanas que unían la parte sur occidental con el noroeste de la Península Ibérica. Actualmente este camino viene siendo utilizado como ruta proveniente del sur de España a través de Andalucía, Extremadura y Castilla y León.

El Camino de Santiago a Finisterre es el único que va a la inversa. Es decir, parte de Santiago y llega a Finisterre, recorriendo la Costa da Morte atlántica. Es utilizado por muchos caminantes como epílogo a su viaje una vez alcanzado el objetivo de Santiago tras haber realizado alguna de las otras rutas.

Aunque los anteriores son los caminos más populares y utilizados por la gran mayoría de peregrinos, existen además otros caminos que generalmente tienen su punto de partida en lugares de la geografía española mucho más alejados o simplemente son menos conocidos. Algunos de ellos son:

El Camino Lebaniego, La Ruta de los Faros, El Camino Aragonés, El Camino Catalán, El Camino de Cuernavaca, El Camino Mozárabe, el Camino de los Pescadores...repartidos a los largo y ancho de toda la geografía peninsular. Como ves las posibilidades son infinitas, ¿con cuál de ellos te atreves?

La conexión entre el Camino de Santiago y la naturaleza

Montañas nevadas, ríos, valles verdes, pueblos mágicos y parajes que te enamorarán a primera vista. El Camino de Santiago es un encuentro constante con la naturaleza que te provocará muchas nuevas sensaciones y despertará esos deseos que viven en ti, pero aún están dormidos. Por ejemplo, puedes cumplir el sueño de ver montañas nevadas, si es algo que siempre habías deseado.

Como ya hemos hablado, realizar el Camino de Santiago tanto a pie como en bicicleta puede tratarse más que de una actividad lúdica, de un verdadero viaje que puede cambiarte la vida si te lo propones. Solamente tienes que escuchar la voz de tu interior, ella te dirá qué necesitas.

Esperamos que te haya gustado conocer todas las alternativas y beneficios que el Camino de Santiago puede regalar a tu cuerpo, pero sobre todo a tu interior. No lo pienses demasiado, quizás esta sea la mejor alternativa para tus próximas vacaciones. ¡No te arrepentirás!