"La prevención es la gran asignatura y reto pendiente" en las actividades en montaña. Así lo aseguró ayer Alberto Ayora Hirsch, coronel del Ejército de Tierra y responsable del Comité de Seguridad de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (Fedme), que apuntó que "el efecto Calleja (en referencia al aventurero y presentador de televisión Jesús Calleja) se extiende y se banaliza el riesgo" de llevar a cabo determinadas actividades en el medio natural. Y aclaró que Calleja es una persona a la que le preocupa la seguridad. Este militar considera que organizar todo tipo de eventos en montaña "está de moda", pero, de forma paralela, no hay campañas e inversión pública en prevención de accidentes.

Así lo planteó en las I Jornadas de Riesgo y Prevención en Montaña: Coordinación de los equipos de rescate", que organiza el Consorcio de Bomberos de Tenerife, el Teleférico del Teide y la Universidad de La Laguna (ULL).

Ayora aclaró que no está de acuerdo con mensajes como "nuestras montañas son seguras", puesto que son enclaves inhóspitos y hostiles, por lo general. Lamentó que haya tan poco dinero de las administraciones para inculcar la prevención. Recuerda que en España puede haber 222.000 licencias, pero que la cultura de la seguridad y la toma de conciencia sobre los riesgos no ha crecido paralelamente al de usuarios de este tipo de actividades de ocio. Como ejemplo, recordó que hace pocos años, cuatro o cinco compañías optaban a realizar los seguros de los federados y que en la última convocatoria solo se presentó una de ellas. Para el coronel Ayora, uno de los problemas que existen consiste en que no se sabe el número de accidentes e incidencias que se registran en montaña, ni a nivel regional ni en el ámbito nacional. Por ese motivo, explicó que lleva años pidiendo la creación de un observatorio nacional para analizar cuál es la situación actual. Recuerda que, para saberlo, hay que tener en cuenta los rescates y las personas atendidas en centros de salud o hospitales. Recordó que, recientemente, Podemos y el Partido Socialista han impulsado una proposición para crear dicho órgano. Según una estadística elaborada en 2014, se estima que ese año hubo 100.500 siniestros y que tres de cada 100 usuarios pueden sufrir un accidente.

Además, resaltó la importancia de que las conclusiones de unas jornadas de este tipo sean remitidas formalmente a consejerías como las de Seguridad o Turismo para que se actúe en consecuencia. Luis Castro, jefe de Guardia del Consorcio de Bomberos de Tenerife e impulsor de las Jornadas, planteó ayer la necesidad de optimizar las intervenciones en alta montaña (como es el caso del Teide). Propone crear un canal de coordinación directa entre un puesto de mando avanzado (PMA) dirigido por bomberos de Tenerife que se comunique de forma inmediata con los coordinadores de otros recursos, como el Greim de la Guardia Civil, la Unidad Militar de Emergencias (UME) o el ERIE de Cruz Roja. Ese modelo permite planificar más claramente las diferentes maniobras y que la información fluya mejor entre quienes intervienen.

Castro recuerda que en 2013 se hizo un simulacro de rescate en el Teleférico, con similitudes a la situación real vivida el año pasado, cuando hubo que rescatar a 253 personas de dicho recurso turístico. Para este bombero, la diferencia más relevante de lo vivido en 2017 fue el movimiento de personas por la ladera. Castro comentó que ese desplazamiento fue lo que más recursos humanos conllevó, con el agravante que el sendero por la línea de las torres estaba difuminado y de noche se veía todavía menos. Para el jefe de Guardia de Bomberos, el rescate real del año pasado salió "excepcionalmente bien", ya que se llevó a cabo en alta montaña y los afectados carecían de preparación física, ropa o equipamientos adecuados para una situación de ese tipo.