A medida que la población mundial sigue aumentando, amenazando con superar los 7.500 millones de personas para 2020, la necesidad de crear productos acuáticos de alta calidad ricos en omega-3 se ha disparado.

Este crecimiento no solo está diseñado para cubrir las necesidades alimenticias de las personas, sino para reducir el riesgo de padecer muchas enfermedades en los países industrializados y no industrializados.

La pesca de captura y la recogida de moluscos ha servido a los humanos, de forma tradicional, para hacerse con productos acuáticos que sirvan de base a su alimentación. No obstante, los recursos marinos son limitados y en el futuro la acuicultura tendrá un papel fundamental para garantizar la producción de especies acuáticas.

Así lo aseguró Marisol Izquierdo, directora del Instituto EcoAqua de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), "la acuicultura es probablemente el sector de producción de alimentos con más crecimiento en la actualidad". Así, afirmó que "el sector ya produce más del 50% del pescado destinado a la alimentación a nivel mundial, sumando algo más de 110 millones de toneladas métricas".

Pescados, mariscos, algas, cefalópodos y otros productos acuáticos son muy importantes como fuente de proteína en la alimentación humana, y además aportan fósforo, calcio y, sobre todo, omega-3. De hecho, hay muchos estudios que demuestran que "una alimentación a base de pescado, y en particular de omega-3, reduce el riesgo de padecer multitud de enfermedades tales como diabetes, patologías cardiovasculares, diversos tipos cáncer, y también enfermedades como el Alzheimer", subrayó.