Norberto Carmelo G.G. aceptó ayer su responsabilidad como autor de un intento de homicidio a su exesposa y de dos delitos de maltrato de violencia doméstica de la que fueron objeto también su hija y suegra. El procesado suscribió una condena de conformidad que suma dos años y medio de cárcel y otros cinco de libertad vigilada para el primer cargo y de treinta días de trabajos sociales, nueve meses sin poder tener licencia de armas, otros cuatro sin aproximarse a sus familiares y ser sometido a un seguimiento psiquiátrico, por el segundo.

El acusado, que actualmente está en prisión, pagará 20 euros por daños morales a su hija y otros 2.500 a su exesposa en concepto de responsabilidad civil. La Fiscalía no se opone a que se le conceda la libertad condicional, siempre y cuando cuente con un informe favorable del psiquiatra.

Los hechos tuvieron lugar el uno de agosto del año pasado sobre las 13:00 horas en el domicilio que compartía el acusado con las mujeres agredidas en pleno centro de Santa Cruz de Tenerife. Durante una discusión surgida con su exmujer, el procesado cogió un cuchillo de quince centímetros que intentó utilizar en su contra, lo que no pudo hacer al interponerse su hija. Como resultado la joven sufrió un corte en los dedos de su mano izquierda.

A continuación, el hombre persiguió a su compañera sentimental hacia una habitación en la que se había escondido tras cerrar la puerta, donde el agresor clavó el cuchillo, hasta el punto de la que pudo traspasar.

Cuando el procesado intentó agredir a su suegra, la esposa le golpeó en la cabeza y de esta manera al quedar temporalmente aturdido, las tres pudieron salir de la casa. Sin embargo, previamente, consiguió empujar a la madre de su mujer y provocarle un hematoma en la cabeza.

El procesado padece un trastorno de personalidad con inestabilidad crónica y descompensaciones, dificultadas por una escasa capacidad de control y tolerancia a la frustración, que disminuye, sin anularla, su capacidad volitiva y sin afectar la intelectiva.

Este hecho se toma como eximente incompleta pero por el contrario se considera agravante la de parentesco.