Durante el embarazo los futuros padres comienzan a elegir los accesorios que serán necesarios una vez nazca el bebé. Entre todos los objetos que los padres decidirán comprar se encuentra el carrito del bebé.

Es una de las adquisiciones más importantes, y una de las mejores inversiones que harán en los próximo tres o cuatro años, pues este es el tiempo aproximado que se le estará dando uso. Elegir el modelo adecuado facilitará muchos puntos a lo largo de la vida del niño, pues su comodidad y la de los padres están en juego.

Los carritos de bebé son con una compra indispensable, pues la mayoría de los padres intenta seleccionar uno que vaya a cubrir todas las posibles necesidades que puedan surgir con el paso de los años. Cuando se ha hecho una elección estudiada y acertada, es viable que el carro sea funcional todos los años que el niño lo necesite, de lo contrario, en muchas ocasiones por no haber realizado una compra de manera sensata, muchos padres se verán obligados a volver a desembolsar más dinero y adquirir otro que sí se adapte a las nuevas circunstancias del menor.

Existen en el mercado una gran variedad de marcas y modelos, cada una de ellas presentan características y funcionalidades que busca cumplir las expectativas de los futuros padres.

Consejos para elegir de manera eficiente el cochecito del bebé

Antes de decidir qué modelo se va a escoger, y tal como se ha comentado en el párrafo anterior, lo primero es mirar los modelos que hay en el mercado, qué accesorios tienen, cuáles son sus características, etc. Pues suele ocurrir, sobre todo si es el primer bebé, que los padres no tengan ningún tipo de conocimiento acerca de cómo son y cómo funcionan estos carritos.

Consejos a tener en consideración:

No hacer una compra impulsiva.

Dejarse llevar por las modas, el diseño o los accesorios, puede hacer que al final la familia acabe adquiriendo un modelo nada funcional para su realidad. Comprar de manera improvisada o guiado por una serie de características nada sensatas conlleva a que el carro no satisfaga las necesidades.

Lo mejor es elaborar una lista con los modelos de carros que más hayan gustado y analizar los pros y los contras de cada uno de ellos.

Analizar qué modelo de familia se es

Hay que analizar cómo es la vida que se lleva, qué ritmo hay dentro de la familia. Si es un núcleo tranquilo o si trabajan ambos padres, si se vive en una gran ciudad o en una zona residencial o rural; cuáles serán las actividades que se realicen, excursiones, paseos por el parque o carreras por la calle empujando un carrito. El coche también es un punto clave a examinar pues, en función del tamaño, se podrá elegir un modelo u otro. Todo esto debe tenerse en cuenta pues, en función de la dinámica familiar, se tendrá que elegir un modelo u otro de carrito.

¿Cuál es el presupuesto?

Se puede adquirir un carrito con capazo y silla desde los 200 euros, también adquirir otro con accesorios similares, pero de otros materiales y quizás más funcionalidades desde 1500 euros.

Todo dependerá del presupuesto familiar que se tenga para invertir. Por eso es importante decidir cuál es la cuota máxima que se desea gastar, y una vez esté clara seleccionar diferentes modelos que no sobrepasen el número elegido. Esto facilitará la elección final pues todo lo escogido entrará dentro de los mismos parámetros económicos prefijados.

¿Se tienen más hijos?

Si es el primer hijo pero se piensa en seguir aumentando la familia, sería un factor a tener en cuenta para realizar una mayor inversión y que así el mismo carro valga para ambos bebés. Existen muchos modelos que hacen compatibles diferentes sillas y capazos dentro de la misma estructura. Lo que facilita poder llevar en el mismo carro a dos niños de diferentes edades, o de la misma si lo que se esperan son gemelos.

De cuantas piezas se quiere el carro.

Un carrito se compone por el chasis, el capazo, el cuco, la silla y a casi todos puedes poner un grupo cero (bebés muy pequeños).

Es evidente que cuantas más piezas tenga el carrito, más caro será este. El capazo es lo primero que usa hasta aproximadamente un par de meses, luego está el cuco, que es como la silla, pero más pequeño y recogido, en el ya podrá ir en una posición casi sentada, pero si llegar a ella, pues su espalda aún no estar preparada, por lo que la posición será las reclinada.

Por último está la silla, en ella podrá ir a partir de los seis meses, pues es la edad en la que se considera que el niño ya podrá sentarse de manera correcta. Esta silla será funcional todo el tiempo que los padres quieran o hasta que el bebé ya no quepa en ella.