Por segundo año consecutivo el aumento de la inmigración ha hecho crecer en 2017 la población residente en España que, con un incremento de 132.263 personas, se sitúa en los 46,65 millones de habitantes, aunque el número de españoles se redujo debido fundamentalmente al saldo vegetativo negativo.

Así, en 2017 un total de 532.482 personas procedentes del extranjero establecieron su residencia en España (un 28,4 % más que el año anterior), mientras que 367.878 abandonaron el país con destino al extranjero (un 12,4 % más que en 2016).

Son datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que hoy publica la Estadística de Migraciones del año 2017 en la que se observa un aumento de la población residente en el país del 0,28 % con respecto al año anterior, con lo que continúa el crecimiento iniciado en 2016 después del descenso experimentado entre los años 2012 y 2015.

A 1 de enero de 2018, la población residente en España se situó en 46.659.302 habitantes, de los que 42,08 millones son españoles y 4,57 millones son extranjeros.

Es precisamente el aumento del número de extranjeros (152.600 personas más) el que ha hecho crecer la población residente en España, ya que el número de españoles descendió en 20.337 personas debido al saldo vegetativo negativo (nacimientos menos defunciones) (-76.365) y a un saldo migratorio también negativo (-9.627).