Canarias se ha convertido en los últimos años en uno de los destinos más sólidos del mundo, también en verano. Estamos ante un momento crucial para el turismo en las Islas, en el resto del Estado y en el mundo, y este verano va a ser determinante para consolidar una oferta líder y recuperar un mercado, el peninsular, que vuelve a elegir Canarias para pasar sus vacaciones.
El pasado año registramos cifras récord, con 16 millones de personas que visitaron el Archipiélago, pero no podemos obsesionarnos con los números, no podemos seguir creciendo sin más, todo lo contrario. Trabajamos para garantizar que el desarrollo turístico avanza por la senda de la sostenibilidad, para mantener la competitividad y extender los beneficios de nuestra principal industria a toda la sociedad. Para ello, entre otras cuestiones, es básico generar sinergias con otros sectores que pueden enriquecer la oferta y aportan valor añadido a quienes nos visitan.
Canarias, con sus aciertos y sus errores, ha sabido situar la sostenibilidad como eje vertebrador de su política turística. Pero, ahora, más que nunca, cuando parece que estamos ante una estabilización en el número de visitantes, se hace necesario incrementar los esfuerzos para sentar las bases que garanticen el futuro del sector, y en eso estamos centrando nuestra acción de Gobierno. Por ello, estamos dando los pasos necesarios para la elaboración del Plan Estratégico del Turismo de Canarias con el conjunto del sector. Tenemos que seguir siendo capaces de aunar el esfuerzo de los excelentes profesionales que conforman el sector turístico en Canarias, tanto en el ámbito privado como en el público, para gestionar unos recursos naturales absolutamente envidiables y conformar un destino sostenible y de calidad, capaz de adaptarse a un mundo en constante cambio.
El tiempo nos ha dado la razón y el futuro de nuestra principal industria pasa por ser capaces de seducir a más perfiles de turistas, conectando sus motivaciones con nuestros recursos, más allá del atractivo que constituye el mejor clima del mundo. Los programas puestos en marcha para unir turismo con agricultura, cultura o deportes están dando sus primeros frutos y es una línea en la que debemos seguir trabajando, puesto que ofrecen cada vez más posibilidades a quienes eligen nuestro destino.
Todo pasa, además, por el conocimiento profundo de los intereses del turista, del que nos escoge y del que no. Del actual y del futuro. Por eso, estamos en una actualización constante de la oferta turística, la mejora de nuestras infraestructuras y el cuidado de nuestro entorno.
Ese turismo estable, sostenible y de calidad que necesitamos requiere de espacios renovados, establecimientos alojativos adecuados a la demanda, o comercios y restaurantes acordes a las exigencias del turismo, algo que ya estamos en condiciones de ofrecer. Al mismo tiempo, demanda innovación y nuevas propuestas de valor en todos los campos y, poco a poco, lo vamos consiguiendo.
Cada una de nuestras islas ofrece experiencias y valores singulares sobre los que construir una propuesta propia y atractiva para los visitantes, y que sea capaz de generar riqueza y empleo para toda la sociedad.
Por eso, en nuestra estrategia promocional, hemos roto la inercia del pasado, basada en la simple promoción del producto, para pasar a un marketing inteligente que busca conocer al cliente e identificar sus intereses para conectar con él de una manera más directa y más eficiente.
Tenemos una gastronomía que ya ha cautivado a muchos de nuestros visitantes. Cada vez son más los establecimientos que apuestan por el producto local y trabajamos en la puesta en marcha de una plataforma que potenciará, sin duda, nuestros valores gastronómicos.
En el ámbito cultural, hemos iniciado la puesta en marcha de programas de rescate de nuestro patrimonio cultural que, conectado con el sector turístico, debe dotarnos de recursos identitarios que contribuyan a nuestra diferenciación.
Además, son muchas las razones que nos invitan a perseverar en la puesta en valor de nuestra oferta en el segmento deportivo: atrae un gran volumen de turistas y tiene una mayor capacidad de gasto diario respecto a otros segmentos (150,48€ frente a 148,18€ de la media) pero, sobre todo, representa un impacto positivo que produce más allá de la actividad estrictamente turística.
El turismo vive un momento histórico en Canarias. Asistimos a una realidad exitosa que nos ha brindado la oportunidad para reflexionar y avanzar en una mejora de la oferta con la que, también, se ha comprometido el empresariado, que no solo ha invertido en la mejora de los establecimientos hoteleros, sino que, además, cada vez se implica más en la consolidación de una oferta complementaria que enriquece las grandes bondades que ofrece el Archipiélago a quienes lo visitan.
Todos estos factores hacen que miremos al verano con la seguridad de que un gran número de personas elegirá Canarias.