El mayor nivel de probreza se sigue registrando actualmente en el África sahariana y ya afecta a 389 millones de personas, lo que supone más de la mitad de todas las personas pobres en el mundo, según el doctor Luis Servén, asesor principal del Grupo de Investigación para el Desarrollo del Banco Mundial.

Servén, que ofreció la ponencia "La evolución de la pobreza en África: tendencias recientes" en el marco del Campus África 2018, hizo referencia a los informes del Banco Mundial haciendo hincapié en la existencia de tres conceptos diferentes interrelacionados: la pobreza extrema, la prosperidad compartida y la desigualdad. La pobreza extrema es aquella a la que están sometidas las personas que viven con menos de 1,90 dólares cada día (2011). Este dato viene de la línea de pobreza que ha determinado el Banco Mundial. El ponente expuso cómo a través de 74 países desarrollados se ha calculado cuál es el índice más alto y más bajo de consumo para determinar la pobreza. "Comparado con los datos de 2005, en 2011 se incrementó la consideración de pobreza de cada país", apuntó. Otro concepto al que el ponente hizo referencia es la prosperidad compartida, que es la valoración de crecimiento en "mean income" (ingresos medios). Además, destacó que la desigualdad puede ser relativa y absoluta, entre o por países, y se puede definir en base a la desigualdad económica o la desigualdad de oportunidades. Servén sostuvo que existe un crecimiento positivo en 60 de los 83 países utilizados para el análisis y citaba algunos estados africanos que prosperan, como Camerún o Uganda, y otros que no lo hacen, como el Congo, Mauritania o Senegal. Para el ponente, "esto es importante", al "demostrar que la desigualdad económica repercute en la desigualdad de oportunidades. Sin dinero, el nivel de oportunidades desciende", remarcó.