El Ministerio de Sanidad de la República Democrática del Congo (RDC) confirmó cuatro nuevas muertes por ébola en las dos regiones del noreste afectadas por el último brote, lo que aumenta a 59 los fallecidos, de los cuales 32 han dado positivos por la enfermedad vírica en más de un centenar de casos.

El último brote de ébola, el segundo declarado en un solo año en la RDC, afecta a dos de las provincias más aquejadas por el conflicto, Kivu del Norte e Ituri, donde se han registrado un total de 102 casos (75 confirmados y 22 probables), según el último boletín del Ministerio que contempla datos hasta el 20 de agosto.

Además, son 59 muertes registradas con signos, aunque sólo 32 han sido probadas positivas hasta el momento, y el ministerio investiga otros 9 posibles casos.

Las autoridades congoleñas, junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS), desarrollan desde el pasado 8 de agosto una campaña de vacunación con el tratamiento experimental rVSV-ZEBOV, y ya han sido administradas 1.693 dosis.

La vacuna aún está sin licencia pero se usó experimentalmente en Guinea Conakry durante la mortal epidemia que afectó a África occidental en 2014 y 2015.

El actual brote de ébola se declaró en las provincias nororientales de Kivu Norte e Ituri el pasado día 1, tan solo ocho días después de que el ministro de Sanidad, Oly Ilunga proclamase el fin de otro en la provincia de Ecuador (noroeste).

Las autoridades descartaron cualquier relación entre ambas situaciones, debido a que esta, a diferencia de la de Ecuador, está causada por la cepa Zaire, la más mortal que existe.

Esta fiebre hemorrágica se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, causa hemorragias graves y alcanza una tasa de mortalidad del 90 %.