La asistencia sanitaria universal, recuperada hace apenas unas semanas en España, tiene beneficios que van más allá de mejorar la salud: aumenta la productividad y reduce las desigualdades económicas y sociales. Estas son las conclusiones de un nuevo análisis dirigido por la Harvard T.H. Chan School of Public Health (Estados Unidos), que ha sido publicado en la revista "Science".

Si bien la idea de la atención médica universal está ganando amplio apoyo y es un imperativo central para la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Naciones Unidas (ONU), los investigadores enfatizan que los países deben lograr un equilibrio entre ampliar la cobertura médica y garantizar la calidad de la atención que se brinda.

"Es difícil pensar en una aspiración que refleje y contribuya al progreso humano más que la sanidad universal. El desafío es la distribución y el reparto, que requieren una fuerza política y financiera sostenida, además de tecnologías e instituciones innovadoras", asegura David Bloom, autor principal del estudio.