Activistas de Greenpeace Australia escalaron hoy las astas de las banderas delante del Parlamento en Camberra para pedir al nuevo primer ministro australiano, Scott Morrison, políticas contra el cambio climático y protestar contra los grupos de presión de la industria del carbón.

Dos activistas de la organización colgaron una pancarta amarilla en la que aparece el mandatario sosteniendo un pedazo de carbón y que dice “saca tus manos de esto”.

La imagen hacía alusión a la defensa de la generación eléctrica tradicional que Morrison, entonces jefe de la Oficina del Tesoro, hizo en febrero en la cámara donde compareció mostrando un trozo de este mineral mientras decía a los diputados "no tengan miedo".

El director del Programa de Australia Pacífico de Greenpeace, Dominique Rowe, calificó el nombramiento de Morrison hace dos semanas como jefe del gobierno como un "golpe del carbón" y denunció "la toma" del parlamento por parte de este sector .

“Éste es el primer ministro que agitó una pieza de carbón que le regaló el Consejo de Minerales, que cuenta con el exsubdirector ejecutivo del Consejo de Minerales como su jefe de gabinete, que hizo ministro de Medio Ambiente a un exabogado de la industria minera y cuyo ministro de Energía es un activista contra los parque eólicos”, dijo.

Rowe denunció que Morrison cuenta “literalmente sin una política climática”, en un comunicado en el que la organización instó a los legisladores a examinar la influencia y la intrusión de los grupos de presión de la industria del carbón en la política australiana.

“Estos poderosos grupos han logrado derribar a tres primeros ministros y detuvieron el impuesto a la renta de los Recursos Minerales que habría resultado en una redistribución justa para todos los australianos en lugar de llenar los bolsillos de unos cuantos multimillonarios”, agregó.

Este impuesto implementado por los laboristas durante el auge minero en 2012 y abolido por el gobierno del conservador Tony Abbott dos años más tarde, gravaba con un 30 por ciento los beneficios extraordinarios procedentes de la explotación del carbón y el hierro.

La protesta de Greenpeace coincidió con la de un grupo de agricultores que aprovecharon el primer día de sesiones legislativas de la primavera austral para pedir acciones urgentes contra el cambio climático.

Australia ha atravesado un período de inestabilidad en la última década en la que se ha dado una serie de pugnas por el poder tanto en los gobiernos conducidos por la coalición Liberal-Nacional como en los de los Laboristas.

Las políticas energéticas y el cambio climático han estado en el centro de estas disputas, incluida la que provocó la salida del antecesor de Morrison, el liberal Malcolm Turnbull, que abogaba por rebajar las emisiones de gases contaminantes.