La Sociedad Española de Ornitología, SEO/BirdLife, ha anunciado hoy que a partir de ahora se personará como acusación contra quien sea sorprendido saqueando nidos de pardela cenicienta o matando a estas aves protegidas.

"Desgraciadamente, en Fuerteventura y Lanzarote, pero en especial en los islotes de Alegranza y Lobos, todos los años por estas fechas se han registrado casos de gente que aún caza y se come los pollos de estas aves marinas protegidas", denuncia el delegado en Canarias de SEO/BirdLife, Yarci Acosta, en un comunicado.

Esta ONG conservacionista recuerda que esta ave marina "se encuentra en una situación delicada", entre otras causas, por el furtivismo, y subraya que "la caza, posesión, destrucción o posesión de ejemplares de pardela cenicienta debe erradicarse en su totalidad, ya que supone una amenaza para el mantenimiento de sus poblaciones"

La población atlántica de pardela cenicienta (Calonectris diomedea borealis o Calonectris borealis), está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y en el "Libro Rojo" como Vulnerable y forma parte del anexo I de la Directiva Europea de Aves.

"La pardela es un símbolo natural muy apreciado por los canarios. Es una pena que personas desprecien este valor natural y se empeñen en mantener una práctica totalmente obsoleta e innecesaria", denuncia Yarci Acosta, en referencia al llamado "pardeleo".

SEO/Birdlife pide a las autoridades que sigan "vigilando y persiguiendo este delito contra la fauna para evitar que vuelva a suceder" y que doteN de los medios necesarios a los cuerpos que velan por la conservación del patrimonio natural.

En la misma línea, pide a los ciudadanos que colaboren para denunciar los casos de furtivismo que puedan conocer y agradece el trabajo desarrollado por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y los Agentes de Medio Ambiente de Canarias.

SEO/BirdLife eligió en 2013 a la pardela como ave del año, para llamar la atención sobre su delicado estado de conservación.

Se trata de un ave marina protegida muy vulnerable, advierte, ya que tan solo pone un huevo cada año.