La llegada del invierno, no impide que los amantes de esta época del año se enfunden sus botas de montaña y comiencen a disfrutar de los deportes típicos de la misma. Y es que estos son paisajes que para ellos representan belleza y la oportunidad de enfrentarse a nuevos desafíos. Los más experimentados senderistas saben que los pies asumen el mayor riesgo en las actividades de montaña, como por ejemplo las propias excursiones de senderismo, escalada, etc. Necesitando la protección y el acolchado adecuados para cada situación.

Las botas de montaña deben brindar protección e impermeabilidad a toda prueba

La clave para un gran par de botas de invierno es la protección que ofrecen a los pies mientras se recorre caminos con presencia de nieve profunda, un lago helado o una colina empinada y fangosa. Existen algunas variables para mantener los pies completamente protegidos de estos elementos. Por eso, los materiales con los que estén confeccionadas las botas de montaña, deben ser impermeables, con un forro interior, que ayude a mantener los pies secos. Los bajos de goma, que se ubican en la parte inferior del pie y las partes superiores de cuero, alrededor de su tobillo, también ayudan a mantener el agua y la nieve alejadas. También es importante que cuenten con forros extraíbles, ya que si el interior de las botas de montaña se moja, pueden secarse mientras se realiza un descanso en el camino.
Es importante tener en cuenta el corte, que puede ser bajo, medio y alto. Lo más recomendable para aquellos que quieren enfrentarse a los caminos montañosos nevados es un par de botas de montaña de corte medio a alto, que ayudará a que los tobillos se apoyen con seguridad en el peligroso terreno invernal y ayudará a mantener la nieve y el agua fuera. Los materiales aislantes también deben ser los adecuados, ya que proporcionan calor sin ser voluminosos, algunos de ellos pueden incluir lana y polipropileno. Independientemente del material que se elija, intente encontrar botas con 400 a 800 gramos de aislamiento.

La importancia del material de aislamiento en las botas de montaña

Las botas de montaña pueden contar con una o dos capas de aislamiento. El aislamiento de doble capa es para afrontar senderos complicados, ya sea por angostos o a causa de las bajas temperaturas.

Nunca se sabe cuándo la nieve puede ser demasiado profunda para caminar, o lo suficientemente profunda como para hacernos trabajar más de la cuenta al caminar a través de ella. En este caso, es importante contar con raquetas de nieve, que ayudan a transitar por este tipo de caminos con seguridad y confianza. Lo importante es buscar un punto de sujeción en el talón de las botas de montaña, que permitirá sujetarse a las raquetas.
Las suelas antideslizantes de las botas de montaña te permitirán, además, caminar con mucha mayor seguridad evitando posibles accidentes durante cualquier actividad montañosa.

En cuanto a la ergonomía, tienes que detectar que no sean demasiado apretadas ya que esto reducirá la transpirabilidad y la comodidad, y cuando son demasiado grandes pueden causar dolor en los dedos de los pies. Por eso, siempre es importante probar las botas de trekking unos días antes de comenzar la aventura en la montaña, y hacerlo siempre con calcetines.

Qué rutas de senderismo explorar este invierno en España con las mejores botas de montaña

España cuenta con una gran cantidad de zonas de senderismo, que son verdaderos desafíos para probar la comodidad y la seguridad de estas botas especiales para montaña. El País Vasco, Cantabria, Asturias, Los Pirineos y la región del Ebro son las regiones de senderismo más populares y accesibles de España, asistidas por la abundancia de estaciones de deportes de invierno y remontes que llevan a las cimas de las montañas.

El norte de España tiene muchas rutas de senderismo destacadas, la más famosa de las cuales es la antigua Ruta de Santiago, que abarca desde Le Puy en Francia hasta Santiago de Compostela en Galicia.

Solo se trata de atreverse a calzarse las botas de montaña y elegir cualquiera de las decenas de miles de kilómetros de senderos oficiales en toda España, la mayoría de los cuales están marcados con rayas paralelas rojas y blancas pintadas en rocas y árboles, y acompañados por flechas cuando cambia la dirección.