La misión ExoMars 2020, que tiene por objetivo buscar evidencias biológicas o geológicas de vida en Marte, aterrizará en 2021 en la región Oxia Planum, ha anunciado la Agencia Espacial Europea (ESA).

Científicos e ingenieros europeos se reunieron los pasados 8 y 9 de noviembre en el Centro Nacional del Espacio de Leicester (Reino Unido) para escoger el lugar de "aparcamiento" y descartaron Mawrth Vallis, que era la segunda posibilidad.

Según un comunicado de la agencia, Oxia Planum "ofrece más márgenes de seguridad para el aterrizaje y la movilidad del vehículo".

Esta región situada al norte del ecuador tiene depósitos sedimentarios gruesos y arcillosos que, según la ESA, podrían corresponder a lagunas o depósitos marinos, lo cual llevaría a pensar en la existencia de un océano ancestral marciano.

La misión incluye una plataforma de aterrizaje y un vehículo de exploración "rover" equipado con nueve instrumentos científicos dedicados al estudio y al análisis del suelo.

Este tomará muestras del planeta rojo de hasta dos metros de profundidad, donde los marcadores biológicos están supuestamente más protegidos de la radiación, y será capaz de trabajar durante un año marciano (687 días terrestres).

ExoMars 2020, prevista para lanzarse en julio de 2020 y aterrizar en marzo de 2021, es la segunda fase del proyecto ExoMars para encontrar signos de vida pasada en Marte, llevado a cabo junto con la agencia rusa Roscosmos.

La primera fase estaba formada por un satélite para el estudio de gases traza (llamado TGO) y un módulo demostrador de entrada, descenso y aterrizaje (denominado Schiaparelli, que se estrelló al intentar amartizar en octubre de 2017).