España es uno de los peores alumnos del mundo en cuanto a paridad salarial entre hombres y mujeres, pese a ser un modelo a seguir en términos de empoderamiento político y de acceso a la educación y a la salud de éstas, según el informe anual sobre la brecha de género del Foro Económico Mundial.

"Lo que tira para atrás a España es la paridad de salario por un trabajo similar", dijo a Efe una de las directoras ejecutivas del Foro, Saadia Zahidi, tras la presentación del informe en la sede de la organización en Ginebra. En ese indicador, España se posiciona en el lugar 129 entre 149 países analizados, a tan sólo veinte lugares del nivel más bajo.

Zahidi, quien también es responsable de Economía y Agendas Sociales en el Foro, sostuvo que esta situación es reflejo por una parte de prejuicios tanto implícitos como explícitos y, de la otra, del tipo de estructura organizativa que todavía domina.

Los lugares de trabajo siguen funcionando de la misma forma "en que fueron concebidos, es decir para el tipo de familias que existían hace cincuenta o más años".

"Las organizaciones no se han puesto al día", comentó Zahidi, quien consideró que falta avanzar en políticas internas que, por ejemplo, permitan las bajas de paternidad, tener lugares de trabajo flexibles y lograr promociones en función de objetivos cumplidos y no del tiempo que se pasa en una oficina.

La economista del Foro sugirió que sean las grandes corporaciones españolas las que asuman el rol de modelos para un cambio de mentalidad entre empresas pequeñas y menos visibles.

En contraste, España ha avanzado de forma espectacular en la igualdad de género desde el punto de vista de acceso a la educación y a la salud, ocupando el primer lugar en paridad de género por matriculas desde la educación primaria hasta la universitaria.

De hecho, hay más mujeres que hombres que ingresan de las universidades, aunque esto no se traduce necesariamente en la tasa de participación femenina en el mercado laboral, que es diez puntos porcentuales más baja que la masculina.

En este indicador España ocupa el lugar 52, "lo que es muy bajo con respecto al resto de Europa", señaló Zahidi.

En el cuarto gran pilar para medir la paridad de género, que es el empoderamiento político de las mujeres, España saca un sobresaliente y se posiciona en el puesto 24 entre los 149 países incluidos en el informe.

El Foro Económico Mundial sostiene que si se toman en cuenta las categorías mencionadas, la brecha de género se ha cerrado en un 68 % en el mundo y 74,6 % en España.

A nivel global, los progresos en dirección de la igualdad de género se estancaron en 2018, al no haber aumentado la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo, mientras que se redujo su representación en la política y se experimentaron ciertos retrocesos en su acceso a la salud y la educación.

"Una manera de explicarlo es que si tomamos todos los recursos y oportunidades disponibles en el mundo y las combinamos, las mujeres sólo recibimos el 68 % de lo que reciben los hombres", explicó Zahidi en una rueda de prensa. Al ritmo actual poner fin a la desigualdad llevará 108 años.

El país que corona el ránking sobre la brecha de género es Islandia, donde ésta se ha cerrado en un 85,5 %, seguido del grupo de países nórdicos: Noruega (83,5 %), Suecia (82,2 %) y Finlandia (82,1 %), conocidos por sus avances sociales y sus esfuerzos a favor de la igualdad de hombres y mujeres.

Por regiones, Europa occidental es aquella donde se ha alcanzado una mayor paridad y si las cosas siguen así habrá igualdad total dentro de 61 años.