El dispositivo de rescate de Julen, el niño de dos años que cayó a un pozo el pasado 13 de enero en Totalán (Málaga), sufrió ayer un grave contratiempo al verse obligado a ensanchar el túnel vertical de 60 metros que se terminó en la noche del lunes para construir desde ahí una galería horizontal que llegara al menor.

Los tubos del encamisado del túnel no han podido sobrepasar los 40 metros de profundidad y, ante el riesgo de que se pudieran quedar atascados, se decidió sacarlos para preservarlos en perfecto estado, informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Málaga.

Se han barajado varias opciones y se ha optado por la que se considera más segura, que consiste en rellenar el túnel con tierra fina y volver a perforarlo con un engrosamiento un poco mayor, según dichas fuentes, que añadieron que no es posible dar una estimación de tiempo.

Este nuevo revés causará un retraso en las previsiones, ya que la Brigada de Salvamento Minero de Asturias iba a empezar ayer a excavar una galería horizontal de cuatro metros que conectara el túnel con el pozo, una tarea que requiere unas 24 horas.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, destacó ayer el esfuerzo "necesario y merecido" que se está realizando para rescatar a Julen y señaló que desde el primer momento han surgido dificultades, sobre todo debidas a la orografía del terreno.

Grande-Marlaska reiteró su agradecimiento por la labor de la Guardia Civil, de las distintas instituciones y organismos, de los colegios oficiales y de los mineros asturianos, que darán "el último empujón para localizar y traer a Julen".

Por su parte, el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga ha empezado a recibir todos los informes, declaraciones y atestados relacionados con el suceso y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil trata de determinar cómo se hizo el pozo y si contaba con los pertinentes permisos, por lo que ha tomado declaración a la persona que lo hizo y al dueño de la finca.

Todas los informes, declaraciones y atestados que están realizando los agentes serán remitidos al titular de dicho Juzgado sin necesidad de que sea requerido por el juez, al igual que la prueba de ADN que se le hizo la semana pasada a un pelo de Julen (encontrado entre la tierra extraída del pozo).

El Seprona intenta dirimir qué se hizo antes, el pozo donde cayó el niño o la zanja que hay en la finca, un dato importante para la investigación, ya que podría dar veracidad a la declaración del empresario que abrió el pozo, quien aseguró que selló el orificio y que su actuación fue modificada posteriormente.

El Cerro de la Corona de Totalán, donde se encuentra el pozo, era hasta hace un semana un típico paraje de la Axarquía malagueña que, después de nueve días de labores de rescate del niño, ha sufrido una transformación radical.

El tradicional paisaje de almendros en flor y olivos ha dado paso a una imagen que puede asemejarse a la de una explotación minera, y el cerro ha desaparecido tal y como era conocido por los vecinos de este municipio.

La vista aérea ofrece un paisaje casi lunar de la plataforma de trabajo creada, sobre la que se distribuyen las grandes máquinas, el material, principalmente tubos, y los operarios que continúan luchando sin descanso para rescatar a Julen del pozo.

Totalán es una "familia" de setecientos habitantes que ha volcado toda su solidaridad para apoyar a la familia del pequeño y al dispositivo que lo busca, según el alcalde del municipio, Miguel Ángel Escaño.

La propietaria de la casa en la que se están alojando los padres de Julen, Ángela Alcaide, explicó ayer a Efe que sintió desde que se enteró de la noticia la obligación de ayudar: "He hecho lo que había que hacer y ya está".

Alcaide indicó que no busca "ningún protagonismo", sino que les salió "del alma" a ella y su marido, que han puesto a disposición de la familia de Julen lo "poco" que tienen. "Lo que queremos es que termine esta pesadilla", afirmó Alcaide, que añadió que los padres "están allí como si fuera su casa, el tiempo que haga falta".