Un grupo de científicos de Finlandia y Alemania ha desarrollado una técnica, conocida como "sensores de fuerza de micropipeta", que mide con precisión la fuerza que al moverse ejercen una amplia gama de organismos del tamaño de una micra.

Este novedoso método, publicado hoy en la revista Nature Protocols, amplia el conocimiento sobre cómo los microbios pueden desplazarse, al permitir medir las fuerzas mecánicas asociadas con su movimiento.

Para mantenerse viva y proliferar, una célula biológica necesita poder adaptarse con éxito a sus condiciones ambientales y ello implica principios físicos y fuerzas mecánicas.

Las células pueden unirse a superficies y a otras células para formar un biofilm, una estructura que protege a la comunidad de células de los ataques externos.

La investigación, liderada por Matilda Backholm, de la Universidad Aalto (Finlandia), y Oliver Bäumchen, de la Universidad de Göttingen (Alemania), ha establecido este novedoso método usando una micropipeta, una aguja de vidrio hueca con un grosor de aproximadamente el diámetro de un cabello humano.

Según sus responsables, una de las ventajas más notables de esta técnica innovadora es el hecho de que se puede aplicar a una gran variedad de sistemas biológicos, que van desde una sola célula hasta un microorganismo de tamaño milimétrico.

Los investigadores esperan que en el futuro su método se aplique en otros laboratorios para entender mejor las funciones biológicas de las células y los microorganismos, lo que podría facilitar la lucha contra ciertas patologías.

"La técnica del sensor de fuerza de micropipeta podría ayudar a identificar medicamentos para combatir enfermedades infecciosas e inhibir la formación de biopelículas en implantes médicos, solo por mencionar algunos ejemplos donde un enfoque novedoso podría tener un impacto significativo", afirmó Backholm.