El cuerpo humano está conformado en más de un 60% por agua. En el caso de los niños, esta proporción es incluso más alta. El agua es el principal componente en el organismo ya que los fluidos corporales tienen todos como ingrediente mayoritario al agua. Todas las funciones celulares se producen en medios acuosos, e incluso la sangre es un medio acuoso.

Nuestro cuerpo depende del agua. Podemos pasar días sin comer, pero no sin tomar agua. Beber agua es una prioridad para nuestra vida, y de ello depende la buena circulación de nutrientes en el organismo.

Tomar dos litros de agua al día

Una de las recomendaciones de salud más fáciles de llevar a cabo es hidratarse bien. Los especialistas en salud en general, y en particular los nutricionistas, recomiendan tomar una cantidad cercana a los dos litros de agua al día.

No obstante, hay quien reconoce que se siente incapaz de tomar tanta agua. Ante esta realidad, lo cierto es que no siempre es obligatoriamente necesario beber dos litros de agua, sino que hay que saber sacar partido de la dieta. Muchos alimentos, en especial frutas y verduras, contienen una parte importante de agua, de ahí que las recomendaciones generales en cuanto a la dieta insistan en basar la alimentación en el consumo de frutas y verduras.

Otra opción interesante para aquellas personas que no muestran interés en beber agua es tomar zumo, a ser posible zumo natural, para sacar el máximo partido posible a la fruta. Si en nuestro día a día practicamos mucho deporte, las bebidas isotónicas son una buena alternativa, siempre que no abandone por completo la ingesta de agua.

¿Agua de grifo o agua mineral?

Otra gran pregunta que se hace mucha gente es, ¿es mejor el agua del grifo o el agua mineral? La realidad es que, en España, los sistemas de saneamiento y potabilización de agua funcionan muy bien en todo el país. Salvo en lugares muy concretos, el agua de grifo goza de niveles de calidad muy completos y por fortuna no suele haber problemas para acceder al agua potable.

No obstante, son muchos ciudadanos los que optan por el agua mineral. Cuando se toma agua mineral, no hay problemas para beber este líquido, pero si tomamos agua del grifo y esta no se conserva de manera adecuada, los riesgos para la salud pueden ser graves.

Cuando introducimos agua del grifo en una botella es importante conservarla bien. El doctor y divulgador científico José Miguel Mulet afirma que en verano el agua no debe pasar más de un día fuera de la nevera, y si es invierno, no más de una semana.

Pasado este tiempo, el agua va poco a poco contaminándose de microorganismos, cuando el cloro que lleva se va evaporando. Si el agua se conserva en la nevera tapada, este cloro se evapora más lentamente. Dentro de la nevera, el agua puede conservarse durante 10 ó 15 días.

El agua en los ambientes laborales

El agua del grifo puede contaminarse si no se conserva bien. En cualquier caso, aunque es posible sufrir algún problema intestinal, no es fácil que los microorganismos crezcan fácilmente en ella por no tener nutrientes, de modo que es mucho más probable que lo hagan en alimentos mal conservados.

En los ambientes domésticos no existe gran problema con el agua, pero esto sí puede ser una complicación en los ambientes laborales. Para evitarlo, en el mercado encontramos dispensadores de agua que garantizan que el agua de consumo llega en perfectas condiciones a estas instalaciones. La empresa Canaletas.com ofrece un amplio catálogo de productos relacionados con el agua: dispensadores, fuentes, filtros de agua y filtros depuradores

Los riesgos de tomar agua cruda

A pesar de que desde hace décadas se advierte de los riesgos de tomar agua no potable, desde un tiempo se ha convertido en tendencia tomar agua cruda. El agua cruda, al igual que sucede con la leche cruda, es una práctica común entre población adinerada.

Consiste en tomar agua que procede directamente de manantiales, sin tratar. Este agua, tras capturarla, se envasa, se etiqueta y se vende, sin pasar ningún control de calidad ni ser analizada.

Mucha gente asemeja el agua cruda al agua mineral, pero la gran diferencia es que el agua mineral sí pasa controles de calidad exigentes, mientras que el agua cruda no. Al agua cruda se le asocian beneficios para la salud como mayor cantidad de minerales e incluso microorganismos que pueden ser beneficiosos para la salud.

No cabe duda de que lo que hay detrás del agua cruda es un simple negocio, pues 10 litros de agua cruda pueden costar hasta 50 euros.

Ante esta situación, la única solución es beber agua y consumir agua mineral o agua de grifo, que son las únicas posibilidades saludables y beneficiosas para el organismo, que no causan riesgos para la salud.