El Servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y el Museo Arqueológico Nacional (MAN) han realizado una "autopsia virtual", a través de una tomografía computarizada de última generación, a cuatro momias, una de ellas guanche, para mejorar el conocimiento de su anatomía y recabar información sobre su contexto histórico y que ha permitido conocer su alimentación, enfermedades o su estatus social.

Todo este proceso, así como las conclusiones obtenidas, se encuentran en el libro "Viaje al interior de las momias", editado por Amat Editorial y que fue presentado en el Auditorio del Museo Arqueológico por el jefe del servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid, Vicente Martínez de la Vega; y el director del museo, Andrés Carretero, entre otros.

El proyecto, en el que ha trabajado un equipo compuesto por médicos radiólogos, arqueólogos y egiptólogos, ha permitido someter a cuatro momias del MAN -tres egipcias y una guanche- a esa técnica pionera para obtener información sobre los diferentes sistemas de momificación utilizados. Esto ha permitido conocer los distintos tipos de vendajes externos que se empleaban entonces y también rasgos de la alimentación y la salud de cada una de ellas.

Los investigadores obtuvieron información especialmente relevante sobre las diferentes técnicas de momificación que se empleaban. En una de las momias analizadas, la de Nespamedu, médico del faraón, ocultas bajo las vendas se han descubierto 25 piezas como brazaletes, pulseras y amuletos, entre ellas, han destacado una diadema con escarabeo alado sobre la frente y unas sandalias.

En otra de las momias, la de una mujer joven, cuya momificación no fue tan esmerada como la anterior, a los investigadores les ha sorprendido la conservación de las partes blandas, que permite apreciar con nitidez sus rasgos faciales.

La tercera de las momias egipcias estudiada es la de una mujer mayor con cierto grado de artrosis en las rodillas y una "pésima salud bucodental" y el estudio radiológico ha permitido ver perfectamente su corazón.

Por su parte, la autopsia virtual practicada a la momia guanche, momificada según la técnica específica de los habitantes prehispánicos de Canarias, desveló que tenía una buena alimentación, con una dieta basada en recursos terrestres pese a haber vivido cerca del mar. Asimismo, se ha podido concluir que vivió en unas condiciones de higiene "saludables" y que no se dedicaba a realizar trabajos duros, a la vista de las pruebas practicadas en sus manos y uñas.