El Ministerio de Educación ha decidido prorrogar para este curso 2018-19 la orden con la que en el pasado 2017-18 se regulaban las pruebas de la evaluación final de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

En el proyecto de orden ministerial para dicha prueba, que mañana debe ser estudiado por el Consejo Escolar del Estado, Educación argumenta que si en este momento se efectuase una regulación nueva se "podría dar lugar a incoherencias que no serían convenientes para el buen funcionamiento del sistema educativo y para la seguridad jurídica de las Administraciones Educativas".

Dicha explicación se debe a que el departamento de Isabel Celaá "ha propuesto a la sociedad española" una modificación de la Lomce a través de una reforma que se encuentra "en elaboración y sujeta a las aportaciones de las instituciones oficiales, y de los organismos y organizaciones del ámbito educativo".

El Ministerio señala que para este curso "no está previsto ningún cambio en la presente orden ministerial con respecto a la del curso pasado", por lo que "procede prorrogar ésta".

Además, añade que dicha prórroga afecta a todos los centros docentes del sistema educativo español.

La evaluación final de ESO, como el pasado año, tendrá pues carácter muestral y finalidad diagnóstica y se aplicará a alumnos que se encuentren cursando cuarto curso de ESO con independencia de sus cualificaciones.

La selección de alumnos y centros será suficiente para obtener datos representativos pero las Administraciones educativas podrán elevar el número de centros participantes por encima de las necesidades muestrales o hacer la evaluación final con carácter censal.

En esta prueba final de ESO se quiere valorar el grado de adquisición de la competencia matemática, la competencia lingüística y la competencia social y cívica, teniendo como referencia principal las materias generales del bloque de asignaturas troncales cursadas en cuarto de la ESO.