La calima volvió a aparecer ayer en Canarias de manera bastante visible desde primera hora de la mañana. Lo hizo después de un pequeño impás que duró un poco más de un mes, teniendo en cuenta que el último episodio de este tipo sucedió el 24 de diciembre de 2018.

Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), hoy la probabilidad de que vuelva el polvo en suspensión es baja para todas las islas y principalmente afectará a la primera mitad del día. Para días posteriores, la Aemet prevé, en principio, que este fenómeno vaya remitiendo.

Ayer, la calima tendió a remitir por la tarde debido a la llegada de aire marítimo, que, según la Aemet, puede cesar la entrada de calima "momentáneamente". No obstante, la Aemet no descarta que en los próximos días puedan haber otras entradas. "Lo que si parece descartado es la llegada de perturbaciones desde el Atlántico", refiriéndose así a las borrascas actualmente activas.

Ante la presencia de esta calima en suspensión, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha instado a la población una vez más a tomar precauciones como evitar la exposición prolongada al aire exterior, mantener las ventanas cerradas y no realizar esfuerzos físicos al aire libre.

En este sentido, recordó que el polvo en suspensión contribuye a resecar las vías respiratorias, y en muchas ocasiones se puede provocar un agravamiento de afecciones o síntomas relacionados con enfermedades respiratorias, tales como el asma, o que empeore el estado de las personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC). Todo ello provocando que aumenten las visitas a los servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios en algunos casos.

La exposición a este contaminante, como recordó la consejería de Sanidad, puede producir molestias torácicas, tos, palpitaciones, fatiga o incremento a la susceptibilidad a infecciones respiratorias, al menos durante los cinco días posteriores al inicio del episodio.

Por todo ello, la consejera realizó recomendaciones especiales a las personas sensibles a este tipo de episodios, como niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas.

Entre estas recomendaciones se encuentran el no salir a la calle y mantener cerradas puertas y ventanas de las casas, realizar la limpieza de las superficies con el polvo con paños húmedos, mantenerse en ambientes húmedos e hidratarse, no realizar ejercicios físicos en el exterior y, en caso de empeorar en el cuadro sintomático, llamar al teléfono de emergencias marcando el 112.