El anterior secretario y gestor de la comunidad de Aguas La Sorpresa (Arico), acusado de un presunto delito de estafa, ha reconocido en el juzgado de Instrucción Número 4 de Granadilla que duplicó las participaciones o acciones de los adquirientes debido a "una confusión".

Así figura en la declaración de esta persona, de avanzada edad, que lleva varios años gestionando comunidades de agua en el sur de Tenerife.

El imputado asegura que abonará una cantidad todavía sin determinar a los afectados porque tiene "propiedades para pagar a todos".

El caso está aún por resolver, en diligencias previas, y ya han declarado varios de los denunciantes, vecinos de San Miguel y otras partes de la comarca y de la isla.

El presunto estafador reconoce, por ejemplo, que vendió participaciones a una persona por 40.000 o 45.000 euros y que estaban duplicadas.

Estas acciones, por lo tanto, podían ser revendidas sin que nadie lo supiera a otros interesados en obtener beneficios del arrendamiento del agua.

Al comprobar que se obtenían beneficios económicos sustanciales de estas acciones, se fueron apuntando más interesados mientras el administrador seguía duplicando.

Los afectados y los abogados de la acusación consideran esta situación un ejemplo de estafa piramidal.

El denunciado se encargaba de gestionar esta acciones que vendía, cobraba las cantidades que se abonaban por el arrendamiento y las apuntaba en un libro de registros.

Según los abogados que llevan el caso, de las 1.460 participaciones, hay más de 300 que presentan las mismas características fraudulentas.

Al hacer un primer balance de las acciones adquiridas, los denunciantes comprueban que existen más de 112 títulos duplicados, triplicados, cuadruplicados y quintuplicados con el mismo número y donde figuran diferentes personas.

La gestiones, al parecer, las hacía sólo, sin ayuda del presidente de La Sorpresa quien dijo una vez a este periódico que creía que todo estaba solucionado.

Se vendía a 0,28 euros la pipa y por cada participación se obtenían 15 pipas.

Cada tres o seis meses los poseedores del título le pagaban la cantidad al denunciado hasta que se dieron cuenta de que tenían las mismas acciones que otras personas, lo que desencadenó la denuncia.

Los denunciantes reclaman la devolución de las cantidades abonadas y una indemnización sobre los daños y perjuicios causados.

La galería sigue dando agua, aunque lógicamente, como admite el acusado en su declaración, a los títulos duplicados "no les corresponde ningún agua".

Actualmente se han nombrado a nuevos administradores hasta que la situación se solucione.

El Ayuntamiento de Arico es otro de los afectados porque tiene varias acciones en La Sorpresa y Chajaña, otra comunidad de aguas.

El alcalde, Eladio Morales, se puso en contacto con el administrador inhabilitado para decirle que se le debe 4.600 pipas de aguas y que "si no se le abona en un plazo razonable iremos a los juzgados, como ya lo ha hecho el resto de personas afectadas", comentó.

Borges asegura que existen bastantes irregularidades en la gestión en otras galerías de la comarca.