Un funcionario del catastro, cuatro hermanos y un asesor fiscal fueron imputados de diversos delitos tras colaborar en una trama urbanística, en la que los hermanos habían inscrito unos terrenos -valorados en 4 millones de euros- que pertenecían a sus hermanastros como suyos en el registro de la propiedad, tras conocer una recalificación urbanística y la firma de un convenio con el Ayuntamiento de Granadilla.

Las investigaciones del el Equipo de Delitos Urbanísticos de la Unidad de Policía Judicial comenzaron cuando se detectó una doble propiedad en dichos terrenos que pertenecen en la actualidad a una inmobiliaria y que están inscritos en la zona de San Isidro. De las investigaciones se desprende que los cuatro hermanos -tres de ellos ya localizados e imputados- hacía más de 20 años habían sido herederos del anterior propietario de los inmuebles -su padre- sin embargo, esas fincas no les correspondieron en el testamento. En un principio se trataban de fincas rústicas de escaso valor debido a esa naturaleza. Sin embargo, en el 2001, el planeamiento del municipio convertía el suelo urbano.