El jubilado de 77 años cuyo cadáver fue encontrado en su vivienda de la localidad lanzaroteña de Uga falleció por causas naturales, según dictaminó la autopsia realizada al cuerpo. Dichos resultados desmienten las sospechas iniciales sobre el caso, que apuntaban a una posible muerte violenta.

Cabe recordar que el hombre, identificado como S.M.C.M., fue hallado el pasado 7 de enero en el dormitorio de su casa.

El cuerpo sin vida lo descubrió uno de los hijos, que acudió al domicilio a llevarle el desayuno, ya que el padre vivía solo.

En un primer momento, cuando el hijo llegó a la vivienda antigua encontró la puerta trasera abierta, lo que le hizo sospechar de que algo había sucedido en el interior.

El hecho de que la vivienda estuviera revuelta y que el cuerpo estuviera boca abajo durante horas, hizo suponer al familiar que se había producido una muerte violenta. Tras una primera inspección ocular, los guardias civiles comprobaron que el septuagenario no tenía lesiones o señales defensivas, descartando en todo momento que se tratara de un homicidio.