Una investigación iniciada por el Grupo de Respuesta Especializada contra el Crimen Organizado (Greco) de Tenerife permitió desmantelar en Algeciras un grupo de narcotraficantes dedicado a la introducción de grandes cantidades de hachís desde Marruecos por vía marítima. En el servicio fueron detenidas ocho personas y los agentes del Cuerpo Nacional de Policía se incautaron de 250 kilos de la citada droga.

La "operación Fado" se inició en Canarias, concretamente en la ciudad de Arrecife, gracias al trabajo del Greco con base en Tenerife y el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de la capital lanzaroteña.

A través de los contactos que la banda desarticulada poseía en el Archipiélago, los investigadores descubrieron e identificaron a los tres cabecillas de la organización, que fueron arrestados en el garaje de una casa donde escondían la sustancia estupefaciente.

La información recabada por los policías especializados de Tenerife y Arrecife fue remitida al Greco del Campo de Gibraltar, con base en la ciudad gaditana de Algeciras.

Esos funcionarios, en colaboración con la Agencia Tributaria, consiguieron detectar el enclave de la costa andaluza donde los narcotraficantes escondían el hachís, conocido como La Caleta.

En un ferry

La introducción de la mercancía ilícita se producía a través de un ferry que cubría la línea regular entre Ceuta, Tánger y Algeciras. De hecho, cinco de los apresados por los agentes trabajaban en dicho barco o en una empresa dedicada a suministrar víveres al buque.

Tales acusados aprovechaban sus puestos de trabajo para cargar y ocultar la sustancia estupefaciente en la embarcación.

Los mencionados tripulantes del ferry cargaban el hachís oculto en mochilas y maletas. Las medidas de seguridad adoptadas por los implicados en el transporte del material, así como su perfecto conocimiento de las instalaciones portuarias, dificultaron la actuación policial.

Tras desembarcarla, la droga era transportada en una furgoneta hasta el garaje de una vivienda en la zona de La Caleta. En dicho lugar fue capturado el líder del grupo organizado, junto a dos de sus hombres de confianza.

Tras interceptar los 250 kilos de hachís, los agentes detuvieron a los otros cinco miembros de la organización, que ejercían como contramaestre, jefe de cocina, camarero, cocinero y mozo del mencionado buque.

Los funcionarios intervinieron cuatro automóviles de alta gama y una moto acuática.

Además de los miembros del Greco de Tenerife y Campo de Gibraltar, así como los profesionales del Grupo de Estupefacientes de Arrecife, en la "operación Fado" también participaron policías de la Comisaría de Algeciras, así como unidades operativas de la Agencia Tributaria de Ceuta y Algeciras.

En esta actuación cabe destacar que el "modus operandi" incluía la utilización de tripulantes de un barco para la introducción de la droga, lo que incrementaba su supuesta impunidad y dificultaba la localización de la droga.

Al parecer, dicha tendencia se encuentra en alza entre determinados narcotraficantes para facilitar que la sustancia llegue a su destino con las mayores garantías posibles.