El magistrado de refuerzo del Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, Julián Cabrero, ordenó que se sigan las actuaciones contra el ex jefe del grupo de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) en Marbella, Carlos Farré, y el que fuera inspector jefe de la Sección de Crimen Organizado de la Udyco-Costa del Sol, Alfredo Marijuán. Cabe recordar que Carlos Farré estuvo destinado hace varios años en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en el Sur de Tenerife.

Ambos ex mandos de la Udyco fueron detenidos en marzo de 2008 por presuntas irregularidades en su trabajo, según el auto judicial, al que tuvo acceso EFE.

Durante la operación también se imputó a otros dos inspectores de la Policía Nacional, aunque ahora el juez ha sobreseído las actuaciones para éstos, al considerar que no participaron en ninguna trama de mafia ni corrupción policial.

Al jefe de la Sección de Crimen Organizado de la Udyco en la Costa del Sol se le imputan los delitos de encubrimiento, malversación de caudales públicos y tenencia ilícita de armas.

Al responsable de la misma unidad pero en Marbella, se le acusa de detención ilegal, cuatro delitos de malversación de caudales públicos, dos de falsedad en documento público y uno de encubrimiento.

Además, en el auto judicial también se procesa a un confidente por un delito de encubrimiento.

Marijuán y Farré fueron ingresados juntos en el Centro Penitenciario de Sevilla tras su detención y posteriormente fueron puestos en libertad provisional tras abonar cada uno de ellos la correspondiente fianza impuesta por el juez. Marijuán presuntamente se apropió de un televisor de 42 pulgadas incautado en 2007, aparato que tuvo en su poder unos días hasta que lo reclamó el juzgado.

Según la resolución judicial, hay indicios de que en el marco de la Operación Arenal, dirigida para la desarticulación de un grupo de narcotraficantes y bajo el mando de Farré, éste se apoderó de un maletín Louis Vuitton intervenido en los registros "con ánimo de retenerlo para sí". Además en 2005 pese a una orden de busca y captura de un ciudadano italiano, Farré lo puso en libertad "bajo el pretexto de que era un confidente policial".