Miembros de la Guardia Civil detuvieron ayer a los tíos de la mujer que apareció muerta el pasado 18 de febrero en Güímar, después de que la autopsia determinara que el fallecimiento se produjo como consecuencia de los golpes que tenía por todo el cuerpo. Así acabó la pesadilla de la joven Yurena, de 26 años. Hace dos años fue madre de un niño y el matrimonio formado por el tío carnal y su esposa, que la acogieron, presuntamente la maltrataron de manera continuada, según se desprende de las pesquisas del Instituto Armado.

La investigación fue desarrollada por agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife.

Al citado matrimonio se le acusa de malos tratos en el ámbito familiar con resultado de muerte.

La víctima fue encontrada en el interior de un domicilio situado en el callejón Francisca Castellano, ubicado en el barrio de La Hoya, en la parte alta del casco urbano de Güímar.

Horas después, el médico forense se negó a firmar que existiera una "muerte natural" y no diagnosticó la causa, si bien estaba probado que el fallecimiento de la joven de 26 años se produjo mientras dormía.

El cadáver fue trasladado entonces a dependencias del Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife para realizarle las pruebas oportunas.

Tras las pesquisas desarrolladas por los profesionales del Equipo de Delitos contra las Personas de la Guardia Civil, en base a los resultados de la autopsia, se determinó que el motivo del fallecimiento se debió a un fallo en varios órganos y dichos problemas eran compatibles con las lesiones que la joven presentaba en todo su cuerpo.

La mujer supuestamente sufrió dichas agresiones de forma continuada en el tiempo y, además, supuestamente padecía una situación de abandono.

Secreto de sumario

Tras la recopilación de esa información, los agentes detuvieron a las dos personas que convivían con la víctima, identificadas como M.A.R.R., de 55 años, y J.D.P.R., de 46. Las diligencias se tramitan en el Juzgado de Instrucción número 1 del partido de Güímar, cuya titular decretó el secreto de sumario sobre las actuaciones. Respecto al niño de la víctima, la jueza dictaminó su ingreso provisional en un centro especial de acogida.

Fuentes vecinales explicaron ayer que los gritos, las discusiones y las supuestas agresiones en el interior de la casa donde apareció muerta Yurena eran bastante frecuentes. Además, la joven salía muy poco a la calle, según otros ciudadanos.