Miembros de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife detuvieron recientemente a un hombre de 48 años de edad como presunto autor de los delitos de amenazas y atentado a agente de la autoridad. El incidente se produjo después de que el acusado no quisiera pagar a un taxista una carrera de 20 euros y el funcionario tratara de convencerlo para que cambiara de actitud y pagara el servicio al conductor.

Los hechos ocurrieron concretamente durante la tarde del pasado martes en el exterior de la Comisaría de la avenida Tres de Mayo.

El arrestado fue identificado como I.L.C. y había sido llevado hasta dicho recinto por el taxista con el objetivo de que le abonara un traslado.

El acusado, que en repetidas ocasiones reiteró su condición de vigilante de seguridad, se había negado a pagar los 20 euros y, como suele ser habitual en estos casos, el profesional del volante lo trasladó hasta la Jefatura del cuerpo municipal de seguridad.

A la vista de la situación, el agente le requirió la documentación al pasajero, advirtiéndole de las consecuencias de no abonar el precio del trayecto.

Las desconsideraciones hacia los policías fueron subiendo de tono hasta llegar a amenazar a uno de ellos.

Además, por último, trató de agredir al policía, siendo reducido y detenido de inmediato.

Después, se le trasladó a un centro de salud y, posteriormente, a las dependencias policiales, donde se le instruyeron las diligencias oportunas. El apresado fue puesto a disposición del Juzgado de Guardia de la capital tinerfeña tras el suceso, según la información divulgada por el ayuntamiento en un comunicado durante la jornada de ayer. Éste es un nuevo ejemplo de que, a veces, un pequeño incidente sin importancia puede acabar con una detención y la existencia de antecedentes.