La Fiscalía de Caltanissetta, en Sicilia, ordenó hoy la reapertura de la investigación del atentado fallido que en 1989 sufrió el juez Giovanni Falcone, cuando veraneaba en una villa alquilada junto al mar en el pueblo de Addaura, en esa isla italiana.

La Fiscalía investiga a seis miembros del clan mafioso Madonia, entre ellos el jefe Salvino Madonia, además de Gaetano Scotto, Raffaele Galatolo, su sobrino Angelo Galatolo y el colaborador de la justicia Angelo Fontana.

Una sexta persona, Pino Galatolo, ya murió, indica el diario "La Repubblica" en su edición digital.

La Fiscalía de Caltanissetta ha pedido, además, la recogida de restos de ADN del traje de buceo escondido en la bolsa que contenía 20 kilogramos de explosivos y que fue hallada por la policía en el acantilado cercano a la villa del juez Falcone.

El atentado no tuvo consecuencias en la vida del magistrado antimafia, que firmó más de 1.000 sentencias contra mafiosos y quien siguió trabajando en Italia y en EEUU para desmantelar el tráfico de heroína en manos de familias sicilianas, hasta que fue asesinado.

Falcone murió el 23 de mayo de 1992, junto a su mujer y tres escoltas, al explotar 500 kilos de explosivos escondidos bajo el asfalto de la autopista en Capaci, cerca del aeropuerto de Palermo.

El asesinato se produjo al accionar por control remoto una carga explosiva que abrió una gigantesca brecha de cincuenta metros en el asfalto.

La redacción del diario italiano "Il Giornale de Sicilia" recibió una llamada de teléfono anónima horas después del atentado: "El asesinato de Falcone es el regalo de bodas para Nino Madonia".

Madonia, que se casó el mismo día del asesinato de Falcone en la cárcel palermitana de Ucciardone, es el hijo del presunto asesino del empresario Libero Grassi.

Falcone y su esposa Francesca Morvillo viajaban en la parte delantera del vehículo, y su chófer, Giuseppe Costanza, que iba en el asiento trasero, se salvó milagrosamente.

Antonio Montinari, Vito Schisano y Rocco di Cillo eran los guardaespaldas de Falcone que fallecieron en el atentado.

El homicidio de Giovanni Falcone se considera el delito más grave de la mafia en los años 90.