El hombre que fue detenido el pasado domingo por arrancar un brazo a la imagen de Jesús del Gran Poder de Sevilla declaró ayer a la juez de guardia que lo hizo porque él representa "el espíritu de Jesús", tras lo cual fue ingresado en la Unidad de Agudos de Psiquiatría de un hospital.

El presunto agresor, Luis C.O., un funcionario de prisiones sevillano de 37 años, declaró a la juez que era consciente del valor de la talla porque es aficionado a la imaginería.

Luis C.O. fue imputado de un presunto delito de daños al patrimonio, con una pena máxima de 3 años de cárcel, informaron fuentes judiciales.

En una breve declaración ante la juez de instrucción 10 de Sevilla, en funciones de guardia, Luis C.O. afirmó que él representa "el espíritu de Jesús", y que Jesucristo "no necesita ninguna representación en madera muerta".

A petición del forense que lo examinó antes de declarar, la juez lo dejó en libertad, pero con instrucciones a la Policía de que lo ingresaran de inmediato en una Unidad de Agudos hospitalaria para que los médicos decidan si necesita internamiento o el tratamiento adecuado a su dolencia.

A su salida del Juzgado de Guardia, el detenido se dirigió a los periodistas que esperaban a la puerta insistiendo en que él es Jesucristo y que "quería hablar", pero los policías que lo custodiaban le introdujeron en un patrullero para conducirlo al hospital.

El fiscal le ha imputado un presunto delito de daños al patrimonio artístico, con una pena aparejada de entre uno y tres años de cárcel y multa de 12 a 24 meses.

El Jesús del Gran Poder, conocido como "El Señor de Sevilla", es una talla del siglo XVII atribuida a Juan de Mesa y constituye una de las imágenes más veneradas de la Semana Santa sevillana.