El hombre acusado de presuntamente agredir sexualmente a sus cuatro hijos menores, tres niñas y un niño, en Telde (Gran Canaria), durante un período aproximado de entre uno y siete años, según a cada pequeño, renunció ayer a su abogada, por lo que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas decidió aplazar el juicio hasta el próximo 21 de octubre.

La Fiscalía pide 42 años de cárcel para D.P.M. por dos supuestos delitos continuados de violación, dos delitos de agresión sexual y un delito de abuso sexual.

El Ministerio Público señala en su escrito de conclusiones provisionales que el procesado, sin antecedentes penales y en prisión provisional por esta causa desde el 18 de enero de 2008, desde que una de las niñas tenía siete hasta los 14 años de edad, el acusado presuntamente le pedía después de la siesta que le llevara un café a la cama y una vez en el dormitorio le obligaba a realizar prácticas sexuales.

Cuando la pequeña contaba con 13 o 14 años, en el año 2005, el acusado salió por la noche en su vehículo con ella y otra de sus hermanas y lo estacionó en la playa de Tufia, en la localidad teldense, donde supuestamente las forzó igualmente a realizar prácticas sexuales, a pesar de la negativa de ambas. Al terminar soltó a las dos hermanas y les dijo: "No se lo digan a mamá que no lo voy a hacer más".

En otra ocasión, cuando tres de los niños iban al colegio en el vehículo de su padre, éste les manifestó que tenía que pasar por una casa para recoger unas cosas y cuando llegaron al lugar, el padre dijo a una de ellas que se bajara del vehículo con él para que lo ayudase, mientras los dos hermanos se quedaban en el coche. Al llegar al domicilio, el hombre volvió a agredir sexualmente a la menor.

Durante el año 2007, cuando el hijo del acusado tenía 15 años de edad, presuntamente su padre le agredió sexualmente "hasta un total de 20 veces".

Respecto a otra de las hijas, cuando ella tenía 14 años de edad y regresaba de la capital a Jinámar en compañía de su padre, éste se desvió hacia la playa de Bocabarranco, paró su furgoneta y obligó a la niña a realizar prácticas sexuales.