El accidente de tráfico que ha causado la muerte de cuatro españolas que trabajan en un proyecto de una ONG en la región de Cuzco es el tercero que sufren cooperantes españoles en Perú en los últimos años y el más grave por el número de víctimas.

El 6 de junio de 1999 Enrique Ayer López y Mercedes Arteche, cooperantes españoles de la Unión Europea en Perú, y el chófer peruano Alfredo Waman, murieron en las proximidades de Satipo (en el departamento de Junín) al chocar el vehículo en el que viajaban contra un camión estacionado en mitad de un camino en la selva.

El 29 de agosto de 2001, en un accidente muy similar al de ayer, el joven extremeño Angel Gonzálvez Solís murió y otros 14 cooperantes españoles resultaron heridos al caer el microbús en el que viajaban por un precipicio de 60 metros en el departamento de Cuzco.

Los quince cooperantes realizaban una excursión al Parque Nacional Manu, después de haber concluido su trabajo en el programa "Vacaciones Solidarias" de la ONG "Solidaridad Internacional".

Además de estas muertes en accidentes de tráfico de españoles que participaban en proyectos solidarios en Perú, otro cooperante español, Marcos Lucas Sesarego, fue asesinado en 2007 cuando trabajaba en el Hogar San Camilo, un albergue de enfermos de SIDA en Chosica, a unos 40 kilómetros de Lima.